Los maracayeros, durante el fin de semana, experimentaron el «trago amargo» de las colas en las inmediaciones de las estaciones de servicios, y muchos ciudadanos se preguntaban lo siguiente: ¿Qué estará pasando con la industria petrolera? ¿Por qué el Gobierno no informa sobre la problemática a su pueblo? ¿Será la falta de repuestos de los camiones cisterna? ¿O no hay gasolina?
Cual fuese la respuesta, pues desde la tarde del sábado se comenzaron a apreciar inmensas colas de vehículos livianos e igualmente de las camionetas del transporte público en los despachadores del combustible en algunas estaciones de servicios, no solamente en la periferia de Maracay, sino en otros municipios como Mariño, Libertador y Sucre.
Ese fenómeno se evidenció durante un recorrido por los surtidores durante esa tarde y en la mañana del domingo.
Se preguntó esa inquietud a los encargados o operadores de esas estaciones del por qué no había combustible en esos despachos, pero nadie daba una explicación del asunto, señalando que no estaban autorizados o simplemente no manejaban la información.
Al caer la tarde de ayer, en las redes sociales o en los grupos de WhatsApp, los ciudadanos preguntaban a sus interlocutores donde había una estación de servicio que estuviese despacho de combustible.
La respuesta era simplemente: «Estamos esperando un camión cisterna, pero no sabemos a qué hora llegará». La angustia de la gente que pernoctaba en las afueras los negocios y bajo un clemente sol, era desesperante.
Al parecer, el racionamiento de gasolina se está experimentando son los fines de semana como se viene haciendo en Gran Caracas y en otras regiones del país.
Pronto el Gobierno Nacional anunciará el nuevo esquema de precios del combustible y será internacional, aunque los usuarios podrán disfrutar del subsidio del hidrocarburo a través del Carnet de la Patria y quienes no tengan ese instrumento plástico, simplemente tendrán que pagarlo a precio internacional.
Maduro dijo que tuvo que instrumentar esa medida para acabar con las mafias que operan en la frontera colombiana que se llevan la gasolina a precio de «gallina flaca» y después es revendida. Con ese anuncio se permitirá a la nación obtener ganancias que superan los 10 millones de dólares, cuyos recursos serán utilizados en los programas sociales, construcción de viviendas y mejorar la red hospitalaria del país.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | RAFAEL SALGUERO