INNOVACIONES EN MILÁN
Versace voló hacia los años sesenta disponiendo un jardín, franjas y cuadrículas en el fashion show que cerró la top de los 90, Shalom Harlow.
Las flores y superposición de muchos estampados, fueron motivos insistentes en la propuesta de Donatella Versace, que no apartó los neón y las gasas remarcando curvas.
Igual de sexy fue la colección de Roberto Cavalli, firmada por Paul Surridge, pero hubo cálidos aires africanos, una fusión de los print tradicionales de la firma italiana con los de los artesanos de Marruecos.
En esta ocasión la vamp Cavali es sensual, étnica y atlética, sin miedo a las lentejuelas o brillos.