“Fuga de cerebros” precedida por desinterés en la inteligencia

“Cuando los padres comienzan a hacer la comparativa entre el comportamiento de sus hijos con respecto al de otros niños, es cuando empiezan a percatarse que se puede tratar de un niño con altas capacidades e inteligencia y buscan ayuda”, comenzó explicando la psicólogo Esteida Fernández.

Fernández destacó que desde el inicio de su carrera ha intentado acercarse a los casos de los niños con capacidades superiores a los de la media de la población, es por eso que en su intervención comentó la importancia que tiene el hecho de prestar mayor atención a esta población que desde su óptica, ha estado desatendida.

Según lo comentaba la doctora, “los niños de toda Venezuela necesitan ser atendidos, necesitan de una institución que pueda prestarles la atención necesaria para que ellos puedan desarrollar sus capacidades de la mejor manera posible”.

En ese sentido, comentó sobre los espacios a los que los padres pueden acudir para que los niños puedan tener una preparación para poder lidiar con sus conocimientos y cualidades de “mini-genios”.

¿QUÉ SIGNIFICA TENER ALTAS CAPACIDADES?

Según lo explicó la doctora Esteida Fernández, los niños con este tipo de atributos tienen la capacidad de hacer las tareas cotidianas de una manera mucho más veloz que el resto de los niños de su edad y rango.

“Cuando tú ves que un niño hace las cosas mucho más rápido que otros niños de su edad, entonces ahí es donde te das cuenta que ese niño puede tener una inteligencia más aguda que la del resto”, resaltó la doctora Fernández.

Del mismo modo explicó que no se trata de un solo tipo de diferencias, porque la misma se puede comenzar a desarrollar dirigida hacia un área en específico, que se va a determinar conforme el niño vaya adquiriendo más edad.

Para la sociedad puede ser complicado darse cuenta de lo que está ocurriendo, sin embargo “un niño de altas capacidades va a comenzar a gatear más temprano, a hablar más temprano, a leer y escribir más temprano; así como también hará preguntas que de pronto corresponde a hacerlas a una persona adulta”.

Cuando los niños tienen desarrollada una inteligencia por encima de la del resto, ellos pueden tener la capacidad de entenderlo, asumirlo y encausarlo a sus metas y proyectos futuros, pero es necesario que eso se logre con la ayuda permanente de los familiares a su alrededor, en un primer momento de sus padres.

CEAC ARAGUA

Durante muchos años funcionó en Caña de Azúcar, una institución destinada a la atención integral de niños con altas capacidades, donde éstos podían tener la facilidad de formar parte de un programa de integración donde desarrollaran todas sus capacidades, este centro fue llamado CEAC Aragua.

En el ahora extinto CEAC, los infantes asistían junto con sus padres, a consultas psicológicas, donde además podían desarrollar sus cualidades y habilidades artísticas y creativas, de la mano con personal capacitado para tratarlos como ellos lo necesitan, haciendo la salvedad de que este centro era de carácter público, por lo que los niños asistían con libertad y sus padres no debían cancelar matrícula alguna.

“En el CEAC, tú bien lo sabes, atendíamos a los niños de todo el estado Aragua, y hasta el momento, esta era la única institución que se encargaba de asistir a esa población, que ya para el momento estaba bastante abandonada”, prosiguió la psicólogo. “Luego de que el CEAC dejó de existir, los niños del estado se quedaron definitivamente sin saber a dónde ir”, agregó.

Del mismo modo, es válido comentar que en el CEAC se atendió, en su momento, a varios niños que según fueron diagnosticados por la doctora Fernández, gozaban de coeficientes intelectuales dignos para ser considerados de altas capacidades.

Otras instituciones han dado ciertos pasos en cuanto a la atención de esa parte de la sociedad que de cierta manera es marginada, quizás por desconocimiento de lo que un niño con altas capacidades pueda llegar a lograr, tal ha sido el caso de Órbita, que es una organización de tinte privada.

Psicóloga Esteida Fernández: “Un niño de alto talento te puede desarmar y armar un objeto muy rápidamente”

“LA ESCUELA ME ABURRE”

Según explicaba la doctora Fernández, es sencillo conocer las facultades de un niño con altas capacidades, dentro de un salón de clases, sin embargo, según ella, “el sistema educativo lamentablemente no está en condiciones de atender a estos niños como es debido”.

Siendo de esa manera, el primer obstáculo que consiguen los niños supra-inteligentes está en las paredes de una escuela básica, precisamente por el mismo problema de que las maestras no tienen la paciencia para lidiar con este tipo de niños.

Ahí es cuando los niños comienzan a decirles a los padres “no quiero ir más al colegio, el colegio me aburre”, o por otro lado, como comentaba la doctora Fernández, “vemos a niños que son sumamente inquietos en clases, las maestras no pueden controlarlos porque los niños son muy hiperactivos”.

“El sistema educativo yo creo que le pone barreras a los niños con alto talento, porque primero es en la escuela cuando hacen las cosas rápido y luego fastidian a los demás niños; y posteriormente en el bachillerato se vuelve peor, porque los jóvenes acaban con la paciencia de los profesores”.

Más adelante, en el área universitaria se agudiza el problema para los jóvenes con alto talento, pues “comienzan una carrera, ven que es muy sencilla para ellos y buscan otra opción, y así pueden dejar a la mitad tres carreras y no terminar ninguna”, como lo detalló la doctora Esteida.

COEFICIENTE INTELECTUAL

Una vez que los padres comienzan a percatarse de lo que tienen en casa como hijos, es cuando buscan ayuda profesional, es por eso que todo psicólogo debe estar en la capacidad de poder determinar el estatus de un niño en cuanto a sus capacidades mentales e inteligencia.

Siendo de esta manera, los niños son analizados bajo pruebas que llevan a los psicólogos a entender el nivel intelectual de los pequeños, todo realizado bajo ciertos parámetros y estudios que llevan al profesional de la psicología, a determinar las capacidades del niño tratado.

“El coeficiente intelectual de una persona normal puede estar entre 90 y 110, ya luego de 110 pueden considerarse como niños de altas capacidades, así que yo he tratado con niños que pueden superar barreras de 140, 150, 200”, ejemplificó la doctora.

Es importante recalcar, que para saber el coeficiente intelectual de una persona, en este caso de un niño del cual se presuma un desempeño mayor al del resto de los de su edad, es necesario hacer ciertos test que arrojarán el resultado del coeficiente.

“Depende de las pruebas que se apliquen, porque hay unos que los toman desde 75, otros desde 110, otros desde 150, pero si es un niño de altas capacidades, todos los test van a arrojar cifras por encima del máximo normal”.

INTELIGENCIA EMOCIONAL VS. EDAD MENTAL

Según lo detallaba la doctora Esteida Fernández, cuando un niño tiene una inteligencia bastante elevada, es común que sus emociones sí se correspondan con su edad cronológica.

“Qué es lo que pasa, que cuando un niño es de alto talento, su edad mental puede superar por mucho a su edad cronológica, así que cuando están pequeños la inteligencia puede ser valorada según su edad mental, pero la mayoría de las veces esto no se corresponde a su inteligencia emocional”, explicaba la doctora.

Según ella lo describió, la inteligencia emocional es aquella capacidad que se desarrolla con el tiempo y la edad, y que entre otras cosas te permite conocer cuáles situaciones ocasionan en ti cierta emoción, y de la misma manera te dice como debes manejarlo.

“Esto no se trata solamente de los niños con alto talento, sino de todos los seres humanos, debemos en algún momento de la vida, entender qué situaciones nos causan qué sentimientos, y eso es inteligencia emocional”.

Lo que ocurre es que los niños cuando son muy inteligentes, no necesariamente logran manejar sus emociones al mismo ritmo que sus capacidades mentales para pensar y razonar, así que “podemos ver a un niño de seis años estudiando libros de química en un momento determinado, y al siguiente hacer una pataleta propia de un niño de seis años”.

Es por esa razón que a los niños cuando se les diagnostica esta condición, se les asigna una edad mental, por lo que un niño puede tener cinco años cronológicos, pero diez años mentales, lo que quiere decir que ese niño de cinco puede resolver los mismos problemas que uno de diez, con impresionante habilidad y versatilidad.

MALOS DIAGNÓSTICOS

“Yo tuve la oportunidad de trabajar en varias escuelas públicas, y es impresionante cómo hay niños que tienen estas características y no son bien tratados por maestros y psicólogos, porque muchos opinan que tienen un diagnóstico errado”, declaró la doctora Esteida Fernández.

En ese sentido, ella comentó que juega un papel muy importante tanto el comportamiento del niño en el salón de clases, como la manera en que sus maestros lo valoran y evalúan.

Es por eso que ella explicaba, “a mí me han llegado casos de niños que son diagnosticados con déficit de atención o con retardo mental, y lo que pasa es que el niño es tan inteligente que se aburre de la monotonía del colegio”.

De esa manera, destacó la importancia de que los padres acudan a diversas opiniones antes de dejarse llevar por la única opinión de un profesional, porque según declaró, “hay muchos niños que apoyados en eso, los llevan a instituciones de niños con problemas de deficiencias”.

CONSEJOS PARENTALES

La doctora Esteida Fernández finalizó pidiendo a los padres que se encarguen directamente de la educación de sus hijos, porque de percatarse que tienen este tipo de cualidades, es necesario darles la orientación necesaria para que ellos puedan tener un “futuro brillante como ellos deben labrarlo”.

No es posible que los niños que gozan de altas capacidades, queden destinados a quedarse en su casa, o quedarse estancados en un solo lugar sin poder avanzar más allá, pues es allí donde se encuentra la labor de los padres, en ayudarlos a que ellos puedan encontrar por sus propios medios, su camino al éxito.

ANDRESSA GARCÍA | elsiglo
fotos | JOSÉ RAMÓN GONZÁLEZ