Exreina boricua acusada de asesinato preguntó a su amante sobre “gatillero”

Alexis García, un hombre con el que exreina de belleza la puertorriqueña Áurea Vázquez Rijos, acusada de la muerte por encargo en 2005 de su esposo, mantuvo una relación amorosa meses antes de la muerte del empresario canadiense Adan Anhang Uster, dijo que la mujer le preguntó si conocía a un asesino a sueldo.

García, en la cuarta jornada del juicio contra Vázquez Rijos, su hermana y el exmarido de esta por el asesinato de Anhang Uster, señaló en respuesta a preguntas del fiscal que Vázquez Rijos le preguntó hasta en dos ocasiones si conocía a un “gatillero”, palabra que se utiliza en Puerto Rico para definir a un asesino por encargo.

Abraham Anhang, padre de Adam Anhang llega al juicio contra Áurea Vázquez.

García, a preguntas de la fiscal federal Jennifer Hernández, aclaró que había conocido a la acusada y a su esposo a finales del año 2004 y que eran vecinos en el área residencial de Ocean Park de la capital puertorriqueña.

Matizó que en cierto momento dedujo que Anhang Uster y la acusada habían terminado su relación y que ello le llevó a iniciar un acercamiento a Vázquez Rijos, básicamente de naturaleza sexual.

García reconoció que en un encuentro sexual que mantuvo con la mujer en el hotel Caribe Hilton de San Juan la acusada le preguntó de forma directa si conocía a algún “gatillero”, pero que inicialmente no lo tomó en serio.

Precisó que para febrero de 2005 había terminado la relación con Vázquez Rijos, justo un mes antes de que esta se casara con el empresario canadiense.

El testigo sostuvo que meses después recibió una llamada de Vázquez Rijos en la que le volvió a preguntar si conocía a un “gatillero”, lo que le dio a pensar que estaba fuera de sí.

García indicó que en el verano de 2005 Vázquez Rijos le pidió prestado 25.000 dólares y que le contestó que se lo pidiera al esposo.

El segundo de los testigos que testificó fue Pedro Toledo, el propietario de la compañía de seguridad Toledo & Toledo que prestaba servicios al restaurante Dragonfly de San Juan donde se vio a Vázquez Rijos y su marido solo horas antes de que este fuera asesinado.

La fiscal presentó fotografías del matrimonio en el interior del restaurante, en una de las cuales se ve a la acusada salir durante unos minutos.

La fiscal presentó además el vídeo de la escena del empresario asesinado en el suelo acompañado del testimonio del agente de la Policía Reynaldo Martínez, el primer encargado de investigar el caso.

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El juicio seguirá hoy con la presentación de nuevos testigos, lo que hace prever que se prolongue durante las próximas semanas.

La que fuera esposa del empresario, su hermana y su excuñado, José Ferrer Sosa están acusados de los cargos de conspiración y conspiración para cometer el asesinato del hombre de negocios, quien antes de ser asesinado estuvo casado durante cerca de 6 meses con Áurea, quien fue extraditada desde España.

Tras la muerte del empresario canadiense en 2005, Alex Pabón Colón, conocido como “Alex El Loco”, quien habría llevado a cabo el asesinato tras el encargo de la principal acusada, se declaró culpable en 2008 y está encarcelado a la espera de sentencia.

La mujer, antes de casarse con el judío Anhang Uster, firmó un acuerdo prematrimonial que establecía que si moría uno de los cónyuges la parte sobreviviente se quedaría con el 30 % del patrimonio del fallecido.

EFE