Richard Ribas, presidente del Colegio de Profesores, en compañía del Comando Intersindical del Magisterio en Aragua, rechazó de forma categórica la designación de Aristóbulo Istúriz como ministro del Poder Popular para la Educación, y denunció que el nuevo ministro viene a hacer el trabajo sucio que se negó hacer Elías Jaua.
“Camaradas, compañeros y representantes del Gobierno, debería darles vergüenza haber destituido a Elías Jaua por querer, según ustedes, defender el salario de los trabajadores. Elegir a Aristóbulo Istúriz es negarle el derecho a los educadores, pues este vino a hacer el trabajo sucio que se negó hacer Elías Jaua”, aseguró el dirigente gremial.
Asimismo, Ribas señaló que Aristóbulo es “un hombre prepotente que se niega al diálogo, divisionista del magisterio y se encarga de eliminar nuestros beneficios. Tiene un resentimiento cuando fue dirigente, cuando fue un maestro humilde”.
Por otra parte, Ribas manifestó que la reconversión monetaria matará la carrera del docente; “el Gobierno pretende modificar nuestras conquistas laborales que están recientemente firmadas desde el mes de febrero de este año, ósea, que estamos hablando de seis meses, es decir, quieren eliminar una comisión colectiva que tiene un conjunto de cláusulas que nos beneficia desde el punto de vista porcentual”.
De igual forma el gremio espera que el magisterio reaccione en defensa de la contratación colectiva, de las tablas salariales, y del conjunto de primas y beneficios que se tiene, “debemos hacer respetar la tabla salarial”, recalcó.
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El presidente del Colegio de Profesores destacó que el magisterio tiene 17 cláusulas que se rigen por aumento conceptuales sobre el salario devengado en forma integral; “esto tiene un impacto porque también queremos saber cómo y de qué forma van a modificar la situación en el pago de los aguinaldos, porque necesitamos respuestas. Claro está, que no queremos que no califiquen de guarimberos, de golpistas, solo hay que tener cuentas claras”.
Resaltó que el inicio del nuevo año escolar está en veremos, “todo depende de la actitud que tome el Gobierno con los educadores”.
Para finalizar, calificó el nuevo salario mínimo como un “sueldo de hambre”, “cómo aspiran a que me quede callado, cómo le llevo la comida a mis hijos con 450 bolívares soberanos, además, luego del cambio monetario los alimentos desaparecieron de los anaqueles”.
RAIZA VILLAFRANCA | elsiglo
foto | FAUSTINO PÉREZ
