Tragedia de El Limón: A 31 años del “Domingo negro”

Como cualquier otro fin de semana en las costas venezolanas muchos turistas, caraqueños en su mayoría, que se encontraban en las playas del Litoral Central de Aragua, se destinaron a regresar a sus ciudades, pasada ya las 12 del mediodía, sin embargo, este día no tendría un final feliz, y es que hace 31 años, 06 de septiembre de 1987, a eso de la 1:00 p.m., ocurrió una de las inundaciones de mayor magnitud sucedidas en áreas urbanas en Venezuela.

El Río Limón de Maracay, estado Aragua se desbordaría debido a una inusual creciente motivada por las fuertes lluvias caídas en Serranías entre Ocumare y Maracay, zonas de cabeceras y nacientes de la cuenca del referido río, tomando en cuenta que en el cauce se encuentran las urbanizaciones: El Limón, El Progreso, Mata Seca, y Pán de Azúcar que fueron zonas de desastres todo quedo inundado, más de 100 muertos, 90 desaparecidos, 300 heridos y lesionados, miles de damnificados y pérdidas multimillonarias en infraestructuras fue el resultado.

“Domingo negro de Maracay”, así lo llamó en su momento el informante Enrique Gutiérrez a los periodistas que fueron comisionados a la zona por el periódico Últimas Noticias. Y es que, no sólo se presenció la habitual llovizna de aquellas regiones, sino que durante seis horas cayeron gotas de agua de manera extraordinaria, tanto así que la medida pluviométrica fue de 183mm,es decir que durante ese corto tiempo, llovió lo equivalente a dos meses de precipitaciones.

La naturaleza no obedeció a otra cosa que no fuera su ley. Fue inclemente y generó una espantosa tragedia en la historia de Venezuela. Inundaciones, jamás vistas dejaron bajo las aguas gran parte de los sectores La Candelaria, El Progreso, Mata Seca, Los Rauseos, Arias Blanco, Valle Verde, Las Mayas, entre otros, transformando estas zonas y el conocido para ese entonces como el Parque Los Apamates prácticamente en un camposanto, dejando daños indelebles para la historia.

Troncos y rocas gigantes bajaron por la montaña del Parque Nacional Henri Pittier y arrastraron todo a su paso. La zona recreacional de Guamita, donde se encontraba una de las casas de Juan Vicente Gómez, desapareció totalmente.

Las secuelas fueron devastadoras, pero nunca faltó la solidaridad del venezolano. Bomberos, Protección Civil, ONGs, médicos, paramédicos y la comunidad en general abrieron sus brazos para ayudar a levantarse a quien pudo sobrevivir a esta catástrofe. De igual forma el papa Juan Pablo II expresó su pesar por el pueblo venezolano.

Hoy a 31 años del alud de tierra, esta tragedia refleja que los hechos ocurridos en la población de El Limón pudieron prevenirse como ahora pueden evitarse otras tragedias en la región. En múltiples análisis se puede observar que la principal causa de este fenómeno fue natural, pero también se trató de la intervención de la mano del hombre, que ocupó los terrenos al margen del río, edificó viviendas, permitió incendios forestales, y al saturarse las cabeceras, los ríos y quebradas recuperan sus cauces y si encuentran obstáculos los arrasan a su paso.

Fuente: Noticias24