Cientos de sirios huyen de Idlib por temor a ofensiva del régimen

Cientos de civiles sirios huían de la provincia de Idlib por temor a una ofensiva del régimen, la víspera de una reunión crucial en Irán para decidir el destino de este último gran bastión yihadista y rebelde en Siria.

Transportando colchones, bidones de agua y enseres domésticos, estibados a último momento en autos o camionetas pequeñas, algunas familias de desplazados llegaron este jueves al norte de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, constató un colaborador de la AFP.

Entretanto fuerzas del régimen de Bashar Al Asad bombardearon de nuevo con artillería el sureste de la provincia, un sector del que huyen los habitantes desde el miércoles por la noche, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Un civil resultó muerto y otros seis heridos en la jornada por los disparos de artillería de las fuerzas del régimen, en tanto un centro de Cascos Blancos, socorristas en zonas rebeldes, quedó inutilizado por disparos de cohetes y un ataque aéreo ruso, según el OSDH y el director del centro, contactado por la AFP.

Determinado a retomar el control de todo su territorio, y con la ayuda militar rusa e iraní, el régimen envió numerosos refuerzos a los límites de la provincia, en la frontera con Turquía, dominada por los yihadistas de Hayat Tahrir Al Sham (HTS), pero donde también se encuentran importantes facciones rebeldes.

“Partimos a causa de los ataques. Los bombardeos eran locos, aleatorios”, confía Abu Naser, quien huyó de la localidad de Al Tah, en el sur de Idlib. “Ni siquiera sábemos adónde podemos ir”, se lamenta.

En medio de un paisaje desértico, con terreno rocoso, los hombres se afanan alrededor de una estructura metálica para levantar nuevas tiendas de campaña, cerca de los campamentos de Kafr Lucin, que ya albergaban a muchos desplazados del conflicto en Siria.

Sentados en una tienda junto a su familia, algunos niños exhiben sus vendajes tras haber sido heridos durante los bombardeos.

La ONU teme que una ofensiva del gobierno desplace a hasta 800.000 personas en Idlib, una provincia con tres millones de habitantes.

La oenegé Save The Children advirtió sobre las “consecuencias devastadoras de una ofensiva”, y lamentó que “los niños (…) se enfrenten a nuevos ataques aéreos”.

Rusia, el gran aliado de Damasco, manifestó su determinación de erradicar a yihadistas y rebeldes, a los que por igual denomina “terroristas”.

“Hemos matado, estamos matando y seguiremos matando a terroristas (…) en Alepo, Idlib u otras partes de Siria. Este país debe recuperar la paz”, afirmó la portavoz del ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, citada por agencias rusas.

La aviación es crucial para el régimen y su aliado ruso en sus ataques para recuperar los bastiones rebeldes y yihadistas, a costa de grandes bajas humanas y una enorme destrucción.

– “Cumbre crucial” –

Washington convocó para el viernes una reunión del Consejo de Seguridad, el mismo día en que se celebra en Teherán una cumbre entre los presidentes de Irán y Rusia, aliados del régimen, y Turquía, apoyo de los rebeldes.

Esta reunión podría determinar el calendario de la posible ofensiva contra Idlib.

Una ofensiva tendría principalmente como objetivo sectores periféricos de Idlib, y ciertas zonas insurgentes de las provincias vecinas, según los expertos. El régimen tiene sobre todo en el punto de mira a los yihadistas de HTS, un grupo formado por la antigua rama siria de Al Qaida.

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Una victoria en Idlib sería muy simbólica para el poder sirio que, con el apoyo militar clave de Moscú, ha logrado retomar más de dos tercios del país.

La guerra en Siria comenzó en 2011 tras la sangrienta represión por parte del régimen de manifestaciones populares a favor de las reformas democráticas. Han muerto más de 350.000 personas y provocado millones de desplazados.

AFP