Juan López, padre de Jonaiker Manuel Peña López, de 21 años de edad, en uso de sus atribuciones que le concede la Constitución de Venezuela y haciendo uso de la réplica, ofreció su versión de los hechos ocurridos el viernes a las 3:30 de la tarde en la calle Andrés Bello en Piñonal del municipio Girardot, señalando que “allí no hubo ningún enfrentamiento con los funcionarios vestidos de negro”.
“Mi hijo acababa de llegar de Caracas, y tras compartir uno rato con sus seres queridos en la casa situada en la calle Félix María Paredes y de allí se trasladó a la Andrés Bello, en donde visitaría a unos amigos. Luego iba al gimnasio”, dijo.
Peña López era un boxeador profesional y actualmente se encontraba entrenando fuertemente con miras a la próxima cita boxística, tampoco tenía cuentas pendientes con la justicia. Estaba entregado a su disciplina deportiva, señaló el denunciante.
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Dijo que el próximo encuentro boxístico era la copa doctor Gilberto Mendoza, ex presidente de la Asociación Mundial de Boxeo, y ese viernes una comisión policial ingresó a la vivienda, cometiendo cualquier atropello.
“A mi hijo lo mataron tras recibir un disparo en el pecho, y después disfrazaron el escenario haciendo ver que se trataba de un enfrentamiento con esos individuos”, aclaró.
Le sembraron un arma de fuego, y toda la comunidad está consternada ante los hechos registrados en Piñonal. A través de los medios de los medios de comunicación social, “como padre exijo justicia, por cuanto mi muchacho no era ningún delincuente o azote de barrio”, agregó.
Por intermedio de la prensa, “quiero aclarar ante la opinión pública que Jonaiker Peña no era ningún delincuente sino un destacado deportista y su sueño era el de conquistar la corona mundial, pero una acción policial acabó con su vida en tales circunstancias”, adicionó el denunciante.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
foto | RAFAEL SALGUERO
