Cultos ancestrales como parte de la autoctonía venezolana

La mayoría de las personas prefieren adquirir como propia una religión, mientras que otras simplemente son incrédulos a toda muestra de admiración o veneración a algo divino; sin embargo, las religiones también pueden ser entendidas desde un punto de vista cultural, como parte importante de la idiosincrasia de un pueblo.

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Las religiones más conocidas y practicadas en el mundo parecen ser el cristianismo y el evangelio, quizás por la connotación histórica y celestial que reflejan, sin embargo, no es de olvidar que este tipo de creencias fueron inculcadas en las regiones latinoamericanas y caribeñas cuando ocurrió el proceso de colonización y mestizaje hacia el siglo XV d.C.

Sin embargo, antes de que los europeos hicieran suyas a la fuerza estas tierras, los pobladores originarios ya tenían una religión bien marcada, con deidades veneradas y adoradas por todos los integrantes de las tribus; sin embargo, con la llegada de los invasores, este tipo de prácticas fueron desapareciendo porque ante los ojos de los colonos, representaban oscuras creencias.

En silencio los indígenas y descendientes del mestizaje indio y africano, continuaron adorando estas divinidades originarias, incluso hasta nuestros días. Las religiones se extendieron por todo el continente y Venezuela no fue la excepción, por lo que en la actualidad quedan afianzados vestigios de lo que un día fueron estas extensas creencias.

Es importante resaltar que desde el inicio de la Venezuela republicana, la religión oficial que se practica dentro del territorio es la Católica Apostólica Romana, sin embargo, según el artículo 59 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente desde 1999, “el Estado garantizará la libertad de religión y de culto. Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas, siempre que no se opongan a la moral, a las buenas costumbres y al orden público”.

LAS CORTES ESPIRITUALES

Aún persiste el debate sobre el verdadero nombre de estas creencias, pues algunos conocedores de la materia afirman que se trata de un culto, mientras otros aseguran que puede considerarse como religión; lo que sí es totalmente cierto es que la adoración a diferentes deidades es una realidad que se ve reflejada abiertamente en las zonas populares, y de forma más oculta en personas de posición económica privilegiada.

Según las creencias consideradas como autóctonas, que tienen sus orígenes en las raíces europeas, africanas e indígenas venezolanas, existe una reina superior a todas las demás divinidades, cuya historia es considerada un mito, pues se ha transmitido de generación en generación sin que exista algún escrito oficial sobre lo que realmente ocurrió con ella.

Brevemente es necesario explicar que según esa transmisión olímpica de conocimientos, hecha mito, María Lionza, cuyo nombre aborigen es Yara, fue una mujer indígena hija del cacique Yaracuy y bisnieta del cacique Yare, que por su hermosura fue raptada por una serpiente; así que luego de ser salvada comenzó a adorarse cual reina de la naturaleza y del amor.

Para el momento del mestizaje, los evangelizadores europeos, en su intento por eliminar los rituales indígenas originarios, la bautizaron como Nuestra Señora María de la Onza del Prado de Talavera de Nivar, nombre que con el tiempo se redujo a María de la Onza y finalmente María Lionza.

En la cultura religiosa venezolana, ella es la reina de todas las entidades divinas, y a manera de organización, existen diferentes cortes a su alrededor, entre las que resaltan: corte india, corte médica, corte libertadora, chamarrera, de los “Don Juanes” y africana, entre muchas otras; teniendo cada una sus personajes adorados por una gran legión de seguidores.

Con el tiempo se han ido incluyendo varias cortes espirituales que de la misma intentan integrar a todas las personalidades de la sociedad venezolana, es por eso que los fieles de los cultos a Maria Lionza, llamados “marialionceros”, concluyen que la religión que tiene como bastión principal a la “reina María Lionza”, es de cierta manera integradora, concepto que es un álgido punto de debate entre los practicantes de las demás religiones.

Cada corte precisa de una entidad regente, en el caso de la india, es sin duda alguna María Lionza, seguida por un tropel de caciques, entre ellos Guaicaipuro, Caracas y Yaracuy, quienes fueron valientes guerreros en la resistencia indígena de 1492.

Simón Bolívar es el máximo exponente de la corte libertadora, seguido por algunos próceres de la independencia y luchadores del siglo XX como Francisco de Miranda, José Antonio Páez, el Negro Primero y Juan Vicente Gómez; vale acotar que luego de la muerte del expresidente Hugo Chávez, muchos practicantes comenzaron a incluirlo en susaltares, aunque no ha sido reconocido como tal.

La corte africana tiene sus orígenes autóctonos en la Isla de Cuba, como prácticas provenientes de África, siendo venerables los llamados dioses y diosas Orichas como Changó, que es la representación de Santa Bárbara, Oshún o Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Orula quien es San Francisco de Asís, Yemayá, Oggún, Elegguá y Obatalá.

CORTE MÉDICA

Muchos católicos utilizan la imagen del venerable José Gregorio Hernández como máxima deidad para pedir favores de índole médico, pidiendo por la salud de los enfermos, sin embargo, los espiritistas de Venezuela tienen en el más alto estrato de la corte médica al doctor José Gregorio Hernández, siendo él quien rige esas prácticas.

La corte médica tiene fines específicos de curación y sanación de los enfermos a través de la medicina tradicional y natural, al menos así lo explicó Miriam Hernández, quien es hermana de un muy conocido espiritista que por medio de los conocimientos de un doctor espiritual, pasa consultas en la comunidad de La Cooperativa del municipio Girardot del estado Aragua.

“Mi hermano no es el que ve a la gente, él es materia, lo que quiere decir que es propenso a que bajen a él los espíritus que van a curar a los enfermos y va a ver a los pacientes”, explicó la señora Hernández, mientras comentaba que generalmente quien “baja” al cuerpo terrenal de su hermano es el doctor Caraballo, quien en vida fue un eminente doctor que salvó la vida de cantidades de pacientes.

Cuando habla de “materia” se refiere a una persona que tiene la capacidad de tener contacto directo con los espíritus, pues de alguna manera posee “dones especiales” que le hacen tener ese tipo de capacidades divinas.

Ante la incredulidad que proporciona el desconocimiento, o quizás ante la credulidad que proporciona la fe; muchas son las personas que asisten a esa consulta con la idea de ser sanados, consiguiendo en la mayoría de los casos, los resultados deseados.

“Nosotros no nos metemos con ninguna otra corte, trabajamos solo con la corte médica, porque mis hermanos tienen esas facultades, de hecho uno de ellos supo que tenía ese don cuando tenía como doce años, porque le entró un espíritu del indio Caracas y se identificó, de ahí en adelante comenzó a prepararse para eso”, fue parte de la experiencia que comentó la señora Miriam sobre las capacidades de sus hermanos.

En este centro espiritual, son muchas las personas que van a consultarse con la idea de que les sean curadas sus enfermedades, así que el lugar es visitado los días jueves, viernes y sábados, no solamente por personas comunes, sino también por personalidades y personas de poder, “atraídos principalmente por la fe, y la fe mueve montañas”, como lo expresó uno de los pacientes de nombre Nelson Rafael Peña.

La familia Peña ha asistido al centro espiritista durante muchos años, luego de que una compañera de trabajo de la matriarca de la familia, Yajaira Gámez, la invitara a asistir al lugar para que fuera sanada su hija que para el momento tenía problemas renales.

“Yo esa vez la traje, me la operaron espiritualmente y mi hija fue sanándose con eso. Esto es de fe y mucho reposo, porque es como medicina espiritual pero en la tierra”, confesó Gámez, al tiempo que comentaba todas las operaciones y chequeos médicos a los que han sido sometidos su esposo y su hija, quienes aún se mantienen en control con el doctor Caraballo.

Del mismo modo, Karina Peña relató cómo su esposo asistió a la consulta luego de tener problemas para procrear, por lo que el doctor que pasa la consulta a través del hermano de la señora Miriam, a quien utiliza como “materia”, le hizo varios tratamientos a la altura de sus órganos reproductores, devolviéndole la capacidad de tener hijos.
“Además de eso a él le dio tensión ocular y vino hasta acá para ser sanado, y después de varias consultas se recuperó totalmente”, afirmó con convicción la joven Peña.

Por su parte, Yelitza Medina, una mujer de 37 años, confesó que va para ese lugar desde muy niña, porque para ella esos rituales son cuestión de tradición familiar. “Desde mi bisabuelo practicamos la santería, porque es una cuestión de cultura para nosotros, más que de religión”, sentenció, al tiempo que aclaró que “muchas personas piensan en la santería como algo malo, pero realmente esos ritos son para abordar temas de salud, para mantenerse saludable en la medida de lo posible”.

Sobre los tratamientos que son enviados para los pacientes, la señora Hernández destacó que anteriormente viajaban hasta la montaña de Sorte en el estadio Yaracuy, famosa por su carga espiritual y la veneración a María Lionza; con la idea de hacer los rezos y baños correspondientes para la sanación de las personas, sin embargo, por los embates de la inseguridad, han reducido los viajes hasta allá.

“Ahora vamos a La Palmita, allá vía Choroní, donde hacemos los baños, rezos y demás cosas necesarias para las curaciones”, enfatizó Hernández. En la vía que conduce hasta Choroní, en varias de las cascadas que se encuentran a la orilla de la empinada carretera, es común conseguirse altares improvisados y ofrendas que son dejadas allí por las personas que veneran a los santos.

ACLARATORIA

Es necesario por parte de quien escribe, precisar que según lo consagrado en nuestra Constitución vigente, cualquier persona tiene la libertad de profesar cualquier culto o religión que desee, por lo que la única intención de este trabajo investigativo es hacer del conocimiento público una parte de la cultura ancestral venezolana.

Los objetivos no son los de hacer cambiar de parecer a nadie en cuanto a sus creencias, cada quien es responsable de la manera de vida y religión que desee llevar. La cultura en un país, en un pueblo, puede ser interpretada de múltiples maneras, pero al final de cuentas siempre refleja la historia, la raza y la identidad de su gente.

ANDRESSA GARCÍA | elsiglo
fotos | DENYS SÁNCHEZ / JOSÉ RAMÓN GONZÁLEZ