“A mi hijo lo mataron de un balazo y luego arrojaron su cadáver al río”

En medio de su dolor y sumido en su tristeza, sacando fuerzas de su voluntad, Jesús María Urbina accedió gentilmente a una entrevista con los periodistas de suceso en las afueras de la Morgue de Caña de Azúcar para relatar parte de lo ocurrido a su hijo, cuyo cadáver fue localizado el lunes en la mañana debajo del puente Coropo, en la parroquia Santa Rita del municipio Francisco Linares Alcántara.

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hijo
Debajo del puente Coropo ubicaron el cadáver de la persona

Urbina manifestó, “yo vi a mi muchacho por última vez cuando se trasladó el sábado pasado en horas del mediodía hasta la urbanización San Pablo, donde trabajo de jardinero”.

– Estuvimos compartiendo algunos minutos y en medio de sus preocupaciones, expuso que no tenía alimentos. Yo, como padre responsable, le hice entrega de una bolsa de rubros.

– Todo contento se fue a su casa en Fundacoropo, donde vivía con sus cuatro hijos y la esposa. Ese día, en la noche le correspondía trabajar de vigilante en un local en Coche Aragua. Como a las 4:00 de la tarde lo llamé a su teléfono, expresándome que había llegado bien y además añadió que le había entregado los alimentos a la mujer.

Luego “no tuve conocimiento sobre su paradero, pero con el pasar de las horas asumí mi presunción que estaba trabajando y había redoblado su jornada laboral”, explicó el denunciante.

– Sin embargo, el lunes en la mañana, su mujer se comunicó telefónicamente con mi persona señalándome que debajo del puente Coropo habían localizado un cadáver y todo apuntaba que se trataba de mi hijo.

– Pero como ella no pudo visualizar el cuerpo, y además la autoridad policial no le permitió su ingreso a la escena del suceso, se retiró del lugar toda angustiada, dijo el padre.

“Hoy (ayer) me estoy informando que el cuerpo que ubicaron en el río Turmero era mi hijo y asimismo me dijeron que tenía un disparo. Las razones de su muerte las desconozco”, dijo.

Tonny de Jesús Urbina Linares, de 38 años, era un ciudadano que no tenía cuentas pendientes con nadie ni mucho menos con la justicia, trabajaba incansablemente para ayudar a sacar hacia delante a sus cuatro hijos, expresó el atribulado ciudadano.

Afirmó que, tampoco sospecho que lo hayan matado por una mujer ajena. Él tenía su pareja y vivía por ella. Me cuesta creer que él andaría en pasos equivocados. “Nunca tuvimos una conversación de tal naturaleza”, adicionó el denunciante.

Cómo dicen por ahí: “Caras vemos, corazones no sabemos”, y el caso lo pongo entredicho… serán las autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas las que logren descifrar ese misterio con la muerte del vigilante.

En función de llegar a la verdad de los hechos, una comisión de la Base de Homicidios de San Pablo en Turmero, se trasladó al sitio iniciando las averiguaciones del caso y tomando declaraciones de familiares y allegados.

A través del análisis de las evidencias, se dará con el paradero de los sospechosos de la muerte del ciudadano.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo