Alemania prueba nuevos conceptos de movilidad urbana compartida

El futuro de la movilidad urbana se está centrando cada vez más en los sistemas de transporte compartido y en el desarrollo de aplicaciones. Empresas automotrices y sistemas públicos de transporte en Alemania están probando en varias ciudades nuevas opciones de movilidad compartida y adaptadas a las necesidades de los usuarios.

Alemania

La subsidiaria de la empresa automovilística alemana Volkswagen, Moia, ha comenzado oficialmente con un servicio regular de minibuses eléctricos con espacio para seis personas en la ciudad alemana de Hannover.

La palabra mágica es “ride-sharing”: un servicio de transporte compartido que conecta a través de una aplicación a los usuarios con conductores de vehículos autorizados. Los pasajeros solicitan el transporte de acuerdo a sus propias necesidades. El foco está puesto sobre todo en personas que no tienen automóvil.

Expertos de la industria automotriz como Stefan Bratzel hablan de un cambio de paradigma: mucha gente ya no tiene la necesidad de tener un auto propio, sobre todo a partir de las aplicaciones móviles. Es por eso que además de Moia otros proveedores ya están intentando incursionar en el mercado.

Hasta los primeros días de agosto el Instituto Max Planck para Dinámica y Organización de Gotinga estuvo probando el Ecobus en la localidad de Bad Gandersheim. A través de aplicaciones móviles, internet o teléfono los pasajeros podían reservar su recorrido en cinco minibuses.

Un algoritmo desarrollado por los investigadores aseguraba que los buses fueran recogiendo a los pasajeros cuyos recorridos son similares. El Ecobus no tenía horarios ni líneas fijas.

“En la gran ciudad, es relativamente fácil cubrir los costos”, indica el director del proyecto de Ecobus, Stephan Herminghaus. En las áreas rurales es mucho más difícil, “aunque también puede funcionar”.

Tradicionalmente, las personas que viven en zonas rurales opinan que es necesario tener un auto propio para movilizarse. Alegan que no hay suficiente transporte público y pocas frecuencias diarias.

Uno de los desafíos es la baja densidad de población. El número de pedidos por kilómetro cuadrado es simplemente demasiado bajo, señala Herminghaus. El director del proyecto Ecobus apunta que de todas maneras se está hablando con asociaciones regionales que puedan tener interés en propulsar este medio de transporte ecológico.

El sector del transporte de taxis, que reaccionó de forma “sorprendentemente positiva” en Bad Gandersheim, también está integrado a la aplicación Ecobus. Si el tiempo de espera del minibus es demasiado largo, se puede solicitar un taxi con la misma aplicación.

En tanto, en las ciudades de Hannover y Hamburgo, el sector del taxi ya manifestó su rechazo contra Moia.

A fines de junio Moia obtuvo una concesión para poner en la calle 150 minibuses de seis plazas totalmente eléctricos en Hannover. La autorización es válida hasta el verano de 2020.

A través de una aplicación los pasajeros pueden solicitar un minibus a una parada virtual en su cercanía. Un algoritmo, similar al Ecobus, garantiza que los pasajeros con una ruta similar sean recogidos en la carretera.

En Hamburgo, Moia comenzará a operar en los primeros meses de 2019 con 500 vehículos en los primeros dos años.

Según Wolfgang Pettau, presidente de Hola Taxi GmbH 3811 en Hannover, no sólo la industria del taxi se verá afectada por estas nuevas alternativas como Moia. Según Pettau, muchos usuarios de transporte público cambiarán a esta forma de movibilidad y habrá más congestión, ya que en primer lugar Moia llenará las calles con más vehículos.

¿Se trata entonces de una oferta privada a expensas del transporte público?

El consejero delegado de Moia, Ole Harms, rechaza esta aseveración. El precio de Moia siempre estará por encima del transporte público. En el modo de prueba, en tanto, solo se calcularon 6 centavos de euro por kilómetro. “Por eso todo el mundo lo ha usado”, sostiene.

Tomará algún tiempo hasta que la gente se convenza de que las nuevas ofertas pueden ser una alternativa al coche. “El cambio en la política de transporte no es un tema sencillo”, ya que se realiza mediante la interacción de muchos actores, asegura Harms.

El director de Moia destacó que se está dialogando con el sector del taxi. Sin embargo, ese segmento sólo tiene una cuota de entre 2 y 3 por ciento en el tránsito urbano y por eso no es el objetivo principal. “La gente no suele ir en taxi al trabajo”, sostiene Harms.

Pettau opina que Moia no permanecerá mucho tiempo como único proveedor de servicios de “ride-pooling”. El 10 de agosto comenzó otra prueba piloto con diez minibuses en el Harz, en el norte de Alemania.

Después de una prueba de solo dos meses “no se puede esperar que la gente prescinda de un día a otro de su automóvil”, sostiene Herminghaus. En realidad, habría que cubrir todos los usos que se le da al coche, y estos incluyen también las vacaciones o grandes compras, entre muchos otros. De lo contrario, no sería sostenible ni cómodo, admite.

Moia es consciente de esta situación. En los próximos años la subsidiaria de VW intentará meterse de lleno en las ciudades y en sus problemas de tránsito. “Tenemos mucho que hacer”, enfatiza Harms.

“La transformación en el tránsito urbano no es un tema que uno solo pueda resolver”, recalca por su parte Herminghaus.

Con información de dpa