La Reina del Soul, Aretha Franklin, falleció a los 76 años

Aretha Franklin, la aclamada Reina del Soul y una de las mejores intérpretes de cualquier género musical, falleció este jueves en su hogar en Detroit. Tenía 76 años.

La Reina del Soul

Su representante, Gwendolyn Quinn, dijo que la causa del fallecimiento fue un cáncer de páncreas.

A finales de los años sesenta, Franklin unió en sus inolvidables éxitos el fervor de la música góspel con canciones seculares que trataban mucho más que solo de un romance. Canciones como “Do Right Woman, Do Right Man”, “Think” o “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman” y “Chain of Fools” definieron el arquetipo moderno femenil: sensual y fuerte, que sufre pero es indómita y amorosa.

Cuando Franklin cantó “Respect”, aquella canción de Otis Redding que se volvió su éxito más conocido, no se trataba solamente de una mujer que quería ser bien recibida por su pareja al llegar a casa. Era una demanda por igualdad y libertad, un preludio del feminismo impulsado por una voz que no iba a aceptar menos.

La carrera de Franklin fue sumamente célebre. Tuvo más de cien canciones en la lista Billboard, incluidas diecisiete en las diez principales del pop y veinte en la clasificación de R&B. Recibió dieciocho Premios Grammy y uno más por su trayectoria, en 1994. Fue la primera mujer reconocida por el Salón de la Fama del Rock ‘n’ Roll, en 1987, el segundo año de existencia de este. Cantó en la toma de posesión de Barack Obama, en 2009; en los conciertos de inauguración de Jimmy Carter, en 1977, y de Bill Clinton, en 1993, y en el funeral de Martin Luther King Jr., en 1968.

Generaciones posteriores del R&B, como Natalie Cole, Whitney Houston, Mariah Carey o Alicia Keys, la imitaban. Y cuando la revista Rolling Stone puso a Franklin en el primer lugar de su lista de las “Cien mejores cantantes de todos los tiempos”, Mary J. Blige dijo sobre ella:

“Aretha es un regalo de Dios. Si se trata de expresarse por medio de una canción nadie llega a su nivel. Ella es la razón por la cual las mujeres quieren cantar”.

Su canto atmosférico y con mucha improvisación se fundamentaba en el góspel. Fue la música con la que creció en iglesias bautistas en las que predicaba su padre, el reverendo Clarence LaVaughn Franklin. El góspel también marcó su manera de tocar el piano y sus arreglos vocales, de hacer eco con sus cantantes de acompañamiento. A lo largo de su carrera en el pop, el soul y el R&B, Franklin lanzó también álbumes de música góspel, como Amazing Grace en 1972 y One Lord, One Faith, One Baptism en 1987.

Pero el góspel era apenas una parte de su rango. También comandaba la sofisticación del jazz, con tonos juguetones y armónicos, así como la sensualidad y el dolor del blues, la vehemencia del rock y la emoción de la ópera.

En una entrevista con The New York Times en 2007, dijo que su padre le mencionó alguna vez que “cantaría para reyes y reinas”.

“Afortunadamente, he tenido la suerte de hacerlo”, dijo. “Y para presidentes, también”.

Aretha Louise Franklin nació en Memphis el 25 de marzo de 1942. Su madre, Barbara Siggers Franklin, era cantante de góspel y pianista. Sus padres se separaron cuando Aretha tenía 6 años y ella se quedó al cuidado de su padre, el reverendo. Su madre falleció cuatro años después, de un ataque cardiaco.

El hogar de los Franklin estaba siempre lleno de música. Franklin recibía a músicos de góspel y seculares como el pianista de jazz Art Tatum, la cantante Dinah Washington y Clara Ward, Mahalia Jackson o James Cleveland, quienes se convirtieron en sus mentores.

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También vivían cerca de ella artistas que después serían del movimiento Motown, como Diana Ross y Smokey Robinson. Las hermanas de Aretha, Erma y Carolyn, también cantaban y escribían canciones —entre ellas “Piece of My Heart”, que después se hizo particularmente conocida con la versión de Janis Joplin— e hicieron acompañamiento vocal en canciones de Franklin como “Respect”. Desde 1958 hasta que él murió en 1989, su hermano Cecil fue su representante.

Franklin era una autodidacta: aprendió a tocar el piano antes de los 10 años a partir de lo que oía e imitando canciones de la radio. Al mismo tiempo empezó a cantar solos en la iglesia. En una biografía de Franklin de David Ritz, Respect, su hermano Cecil dijo que Aretha podía escuchar una canción una sola vez y con eso ya cantarla y tocarla. “Tenía un oído infalible”, dijo.

A los 12 empezó a hacer giras con su padre y Ward, así como otros cantantes de góspel. Pero se embarazó y dejó la escuela antes de los 13, y a los 15 tuvo otro hijo. La sobreviven Clarence y Edward Franklin, así como sus siguientes hijos, Ted White Jr. y Kecalf Cunningham.

Fuente: nytimes