Los contrastes de la reconversión monetaria

El próximo 20 de agosto el país inicia una nueva etapa en su historia económica con la implementación de una nueva familia de billetes. Esta medida forma parte de los planes contra la “guerra económica” que ha dictado el presidente Nicolás Maduro, en medio de una incesante hiperinflación que azota de forma cruel el bolsillo de los venezolanos.

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Los comercios sólo quitaron los tres ceros

El 22 de marzo del año en curso el Mandatario Nacional anunció la entrada de un nuevo cono monetario con tres ceros menos. ¿La razón? La exorbitante cantidad de dígitos presentes al momento de pagar cosas superfluas, como una galleta o quizás un refresco. Los venezolanos, por su parte, le dieron un visto bueno a esta reconversión, pues de todos modos, ya decían “mil bolívares” para referirse a un millón. En aquel momento, el Presidente dio un lapso de apenas 30 días para que el BCV recogiera todo el efectivo circulante y comenzara a emitir la nueva familia monetaria.

Aunque parecía una tarea fácil, pues con la imposibilidad de pagar un simple pasaje queda claro que no hay mucho efectivo en manos de la población, este trabajo se volvió titánico, tanto así que el Gobierno tuvo que postergar la entrada del nuevo cono monetario por 90 días más. Este plazo fue contrarrestado por una medida más contundente: ya no serán tres sino cinco ceros menos.

Parece un juego de palabras, pero no lo es. La entrada en circulación ya es un hecho, las remesas están llegando a la banca pública y privada y ya se pueden conseguir fotos de los billetes por Internet. El hecho de quitarle cinco ceros a la moneda representa, por sí misma, una medida confusa. De manera innata, los seres humanos asocian con mayor facilidad los números pares, pero esta vez son cinco, no cuatro ni dos. Cinco ceros menos.

Los comerciantes tienen una tarea aún más ardua: cambiar sus avisos y explicarle a la gente cuánto tiene que pagar, además de cuánto van a cobrar al pasar el punto o, en el mejor de los casos, cuántas monedas darán de vuelto. Hay una sensación de alivio, porque existe la esperanza de volver a sentir billetes y monedas en los bolsillos, pero el miedo sigue latente, como diciendo que después de un tiempo el efectivo desaparecerá como lo ha hecho en la actualidad.

RESPALDADO POR EL PETRO

Son muchas y muy variadas las opiniones encontradas, aunque todas se resumen en un sentimiento: la expectativa. Hay quienes piensan que este constituye uno de los mejores anuncios en materia económica en los últimos meses, es decir, el Presidente dio “pie con bola”, pero también están aquellos que piensan que estos son “pañitos de agua caliente” para sumir a la población en un letargo que los haga olvidar la hiperinflación que los arropa.

Dentro del primer caso se encuentra el legislador Aníbal Fuentes, presidente del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Aragua (Cleba), quien indicó que esta es una solución bien pensada a los exponenciales problemas económicos que afectan al país.

“El Presidente hace estos anuncios de quitarle cinco dígitos a la moneda para darle confianza al pueblo, pues ya no se hablará de miles de millones sino de 10, 15 y 20 bolívares soberanos. Precisamente se le da el nombre de soberano porque entre otras cosas, va a tener un respaldo nada más y nada menos que en el Petro”, enfatizó el político.

Asimismo, explicó que si el Petro está cotizado, por ejemplo, en 65 o 68 dólares, quiere decir que el bolívar va a tener mayor valor que esa moneda extranjera. Además, consideró que “esta es una medida muy valiente, pues nos ayudará a darle un reimpulso a nuestra economía desde un punto de vista histórico, ya que nos sentiremos identificados con la patria, nuestra patria”.

“PAÑITOS DE AGUA CALIENTE”

Para el diputado de la Asamblea Nacional Guillermo Luces, esta medida no va a mejorar en nada el panorama económico venezolano, cuya hiperinflación parece no tener fin. Desde el hemiciclo, el político expresó que la oposición rechaza profunda y categóricamente la implementación de este nuevo cono monetario.

En este sentido, recalcó que “sin apoyo a la pequeña y mediana industria, sin inversión a la empresa privada y sin un decreto verdaderamente integral, esta medida no es más que un anuncio aislado para dar una sensación de restablecimiento de la economía, que desaparecerá en un máximo de 30 días”.

El diputado ve con preocupación la llegada de la nueva familia de billetes en un sector que no tiene apoyo ni leyes que permitan su crecimiento, como lo es el comercio.

Los incentivos desaparecieron, y como ellos, la empresa privada va por el mismo camino. Cada vez son más los negocios que cierran que los que se inauguran, y la inversión se redujo de manera escandalosa, pues lamentablemente la gente no hace compras por gusto porque el dinero sólo le alcanza para comer.

COMERCIANTES SE ADAPTARÁN

María Gabriela Dorante lleva la contabilidad de una mueblería ubicada en el centro de Maracay, y también hace las veces de administradora cuando es necesario. La poca información que maneja acerca de la reconversión monetaria se la debe a Internet, pues a través de las redes sociales, la prensa y las ordenanzas del Banco Central de Venezuela logró conocer la nueva familia de billetes.

“Aquí en el negocio estamos esperando la seña para empezar con los bolívares soberanos. En el caso de los precios exhibidos, sólo tenemos los tres ceros menos, ya estamos recogiendo la mercancía para empezar a quitarle los cinco ceros. Tenemos que adaptarnos, no nos queda de otra”, comentó Dorante con resignación.

Asimismo, indicó que es necesario ver los billetes en la calle, pues esa será la única manera de familiarizarse con ellos. Folletos, copias no válidas del nuevo cono monetario e información impresa son, según la contadora, una buena manera de que los venezolanos empiecen a vizualizar y a concebir la idea de pagar cantidades considerablemente bajas en comparación a las actuales.

Algunos productos ya exhiben los bolívares soberanos

Julio Arias, por su parte, ya ha colocado cinco ceros menos en algunos productos exhibidos en la licorería de la cual es encargado. Sin embargo, este proceso no ha sido breve y gradualmente los han ido adaptando, con la intención de que los clientes se familiaricen con los nuevos montos que deberán cancelar a partir del 20 de agosto.

“En cuanto a los puntos de venta, aún no los hemos configurado porque eso le compete al banco, mientras que el sistema ya es cuestión de Caracas. Esperamos que en los próximos fines de semana los encargados de hacer los cambios se presenten en el negocio”, señaló el comerciante.

En las pocas bebidas que ya exhiben los bolívares actuales y los soberanos la diferencia es pasmosa. El mismo monto expresado con los cinco ceros y sin ellos representa un contraste extremo, pues a simple vista, el producto parece tener un costo mucho más económico, casi nulo. No obstante, el espejismo se rompe cuando los clientes se dan cuenta de que deben pagar exactamente lo mismo.

El panorama en la mayoría de los comercios luce desolador, con poca afluencia de gente y contada mercancía para ofrecer, como es el caso de una mueblería ubicada también en el centro de la ciudad. Jesús Salazar, su encargado, explicó que los pocos colchones representan un logro del negocio para subsistir, pues los precios son tan escandalosos que venderlos significa un premio inigualable.

Al ser consultado sobre la reconversión monetaria, el comerciante explicó que espera, como toda Venezuela, que este proceso sea para el bienestar económico y ayude a mejorar la difícil situación que atraviesa el país. “Esto puede mejorar el manejo de la moneda, pues será más fácil que ahorita con tantos ceros en los montos”, comentó.

En este sentido, Salazar enfatizó que hace falta mucha información para que toda la población se familiarice y se entere sobre cómo y de qué manera van a pagar lo que va a comprar. Además, explicó que esta medida es una mejora en el manejo de la moneda y de las cantidades; sin embargo, para acabar con la crisis que afecta al mundo del comercio y todos los ámbitos en general, la producción sería la opción más adecuada.

Es evidente entonces que los comerciantes se encuentran a la expectativa de lo que sucederá a partir del 20 de agosto, con una marcada inclinación hacia la esperanza de que el nuevo cono monetario traiga consigo la tan anhelada estabilidad económica del país. Aunado a ello, la imperante necesidad de efectivo y de precios al alcance del bolsillo venezolano son factores que tal vez puedan satisfacerse con la nueva familia de billetes.

CIUDADANOS CONFUNDIDOS

El espejismo de la esperanza que mantienen los comerciantes se esfuma de inmediato en las opiniones de la población. En la calle reina la confusión, el escepticismo de quienes creen que esta medida económica no hará que las cosas se agraven, sino algo peor: que no cambie absolutamente nada.

Para Armilda Barreto los montos son sumamente complicados, aun cuando es educadora. “Yo me siento confundida de cómo quito los ceros y cómo me va a quedar, lo cual representa una preocupación para uno porque a esta edad queremos paz y tranquilidad y conseguimos todo lo contrario”, indicó con preocupación.

Asimismo, mostró su desconcierto sobre todo por aquellas personas que no tienen los conocimientos necesarios para entender este nuevo sistema económico, entre los que destaca a la tercera edad. Además, señaló que esto no hará que los precios cambien, al contrario, creará un desastre en el que se hundirá en un abismo sin fondo el pueblo día a día.

“Este es simplemente un entretenimiento para las personas, para que perdamos el tiempo contando y pensando cuánto hay que pagar y nos olvidemos de los demás problemas que nos atacan todos los días. De paso, yo que soy maestra, debo explicarles a los niños el nuevo cono, pero ¿cómo lo hago?, si ni siquiera yo entiendo”, se preguntó la educadora.

Por su parte, Olga López consideró que todos estos anuncios son puro “bla bla bla”, pues no existe la información necesaria para que toda la población conozca el mecanismo que entrará en vigencia. “Yo de verdad no le veo esperanza, aunque hay que esperar que llegue la cuestión a ver qué sucede”, recalcó pensativa.

Además, López se preguntó cómo es posible que en cuestión de meses se haya anunciado dos reconversiones monetarias, pues eso sólo puede llamarse “locura”, al mismo tiempo que destacó que ningún sistema monetario traerá mejoras para el país si el Gobierno actual sigue en el mandato, ya que hace falta algo más que billetes para reconstruir la economía venezolana.

Unos en contra, otros a favor y otros a la expectativa demuestran que la reconversión monetaria se abre paso en un terreno resbaloso e incierto, donde las exigencias sobrepasan, quizás, las posibilidades de cambio que en ella habitan. Sólo resta esperar su instauración, y con ella, los cambios prometidos por el Gobierno o las fallas pronosticadas por la población.

CUADRO COMPARATIVO

* Bs. 100.000.000 le quitamos 5 ceros, queda en 1.000 bolívares soberanos.
* Bs. 50.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 500.
* Bs. 25.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 250.
* Bs. 15.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 150.
* Bs. 10.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 100.
* Bs. 5.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 50.
* Bs. 1.000.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 10.
* Bs. 500.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 5.
* Bs. 100.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 1.
* Bs. 50.000, menos cinco ceros, queda en 0,50 centavos de bolívares soberanos.
* Bs. 25.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 0,25.
* Bs. 20.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 0,20.
* Bs. 10.000, menos cinco ceros, queda en Bs.S 0.10.

MELANIE PAYARES | elsiglo
fotos | JOEL ZAPATA