Un ciudadano que respondía al nombre de Euclides Zacarías Rosales, de 51 años de edad, de oficio panadero y padre de cuatro hijos, falleció en el Hospital Central de Maracay tras permanecer por espacio de tres días bajo estricta vigilancia médica, debido a una intoxicación química.
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Júnior Rosales, hijo, y Carmen Rosales, hermana, manifestaron que el suceso ocurrió el 5 de agosto a eso de las 3:00 de la tarde.
La persona, quien se mostraba preocupada ante la crisis económica, afligido y deprimido ante la soledad, manifestó a sus seres queridos que acabaría con su vida.
Sin embargo, le restaron importancia a sus amenazas y ese día, se tomó cinco dosis de gramonzón. El compuesto químico produjo de inmediato reacciones que ameritaron trasladarlo hasta el Hospital Central.
Pese a la ayuda médica, Rosales falleció a las 12:30 del mediodía del martes, y sus restos fueron trasladados horas después a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley.
Lo extraño del caso es que ese hombre dio toda su vida por sus hijos y no permitió que nadie se metiera con ellos. Eran su adoración y se sintió complacido porque los llevó a ser unos hombres y mujeres de altos principios.
Actualmente trabajaba de panadero en un reconocido supermercado en la Intercomunal Turmero-Maracay del municipio Mariño. Allí llevaba 11 años ininterrumpidos cumpliendo con dicha actividad laboral.
Sus restos fueron trasladados a la Morgue de Caña de Azúcar, y los funcionarios del Cicpc de Turmero abrieron un expediente por averiguación muerte. Los familiares se mostraron consternados ante la tragedia.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
