Como alarmante calificó la diputada Mariela Magallanes, presidenta de la CP de Familia de la Asamblea Nacional la dramática disminución en el renglón de edad de niños en condición de calle tras la agudización de la crisis económica y social en el país.
“Es alarmante que disminuyó de 10 años a 6 años de edad índice de niños en condición de calle” cifra que indicó fue aportada por la Red Don Bosco, organización encargada de monitorear este fenómeno social y brindar abrigo a la infancia desprotegida por diversos factores, labor que acotó se ha vuelto cuesta arriba dada la escasez y dificultad para su financiamiento.
La parlamentaria informó que durante los últimos años se elevó en un 60% la situación de calle en infantes, siendo el 40% niñas, quienes se han convertido en líderes de grupos delictivos, lo que agrava aún más este escenario al ser presa fácil de la prostitución y vulnerables al abuso físico de individuos inescrupulosos que se aprovechan de la ausencia de protección por parte del Estado.
Magallanes aseveró que los viceministerios creados por la revolución como el de la suprema felicidad al parecer solo velan por el bienestar de la cúpula gobernante, pues los reales problemas sociales son materia pendiente para estos despachos, que hacen caso omiso a la tragedia que se evidencia en las calles de todo el país, la cual pone el vilo el futuro de cientos de niños, responsabilidad que comparten los institutos de protección a sus derechos convertidos en entes estériles, “solo sirven para propaganda”.
“La separación de la familia por la masiva emigración y el no tener que darles en casa para comer ha sido factor determinante para que cada vez más niños estén en la calle, para de alguna manera procurarse el pan ante la ausencia de una figura de autoridad en el hogar” apuntó.
Afirmó que desde la CP de Familia de la AN, continúan trabajando con las organizaciones civiles para reforzar y generar mecanismos para el resguardo de los DDHH de los niños, que hoy crecen en una sociedad carente de valores y oportunidades, contexto inducido por un modelo personalista, que además les obliga a separarse abruptamente de sus padres, quienes buscan más allá de las fronteras sustento para sobrevivir.
La diputada Mariela Magallanes señaló también que el sistema educativo reprobó con creces la asignación de ser garantes de este derecho al quedarse inertes frente a la masiva deserción escolar por el flagelo del hambre, al ser ineficientes en la aplicación de programas de alimentación para proveer por lo menos de dos comidas a los alumnos para así contribuir con su idónea formación.
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