LA ETERNA VIGENCIA DE NELSON MANDELA

Hoy Nelson Mandela cumpliría 100 años y el mundo conmemora desde 2009, el 18 de julio como el Día Internacional dedicado al gran icono de la lucha contra la segregación racial.

“Madiba”, el mayor líder africano del siglo XX, nació en el año 1918 en Mvezo (Suráfrica). Al morir, 95 años más tarde, el 5 de diciembre de 2013, ya se había convertido en leyenda, desde su pedestal de abanderado del combate contra la segregación racial impuesta en su nación por la minoría blanca desde 1948.

El combate de Nelson Mandela contra el apartheid lo llevó a la cárcel en 1963, donde permaneció por 27 años. Antes de ser declarado culpable en el “Juicio de Rivonia”, Mandela pronunció su celebre discurso “Estoy preparado para morir”, que le otorgó relevancia internacional. Se convirtió en el preso político más importante de su tiempo. El 11 de febrero de 1990, el presidente Frederik de Klerk, presionado por la comunidad internacional, decidió liberarlo.

En 1993, De Klerk y Mandela merecieron el Nobel de la Paz y un año más tarde el líder del Congreso Nacional Africano fue elegido como el primer presidente de la democracia multirracial en Suráfrica tras la caída del régimen segregacionista.

Mandela desde 1958 y hasta 1996, estuvo casado con la activista Winnie Madikizela, su compañera de vida y lucha.

En 2004, tras diagnosticársele cáncer de próstata, Mandela se retiró de la vida pública. Su última aparición fue el 11 de julio de 2010, en la ceremonia de clausura del Mundial de Fútbol en Sudáfrica. Tres años después, complicaciones de una infección pulmonar arrebataron la vida al gran héroe sudafricano.

Nació como Rohilahla Mandela . Fue el primer miembro de su familia, perteneciente al pueblo xhosa, en ir a la escuela, donde su maestra le dio el nombre de Nelson, que lo acompañaría el resto de sus días, pero fue “Madiba”, el apodo cariñoso de su pueblo, el que más íntimamente se identificó con su vocación para la paz y la reconciliación.

ALBERTO MARTINEZ | elsiglo