Maneras de motivarte para ir al gimnasio

Te aportamos varios consejos y trucos para motivarte a la hora de ir al gimnasio y aumentar la frecuencia semanal con la que haces deporte, sales a correr, practicas yoga o haces running· Así puedes ganar en motivación para ir más al gimnasio.

Todas las voces apuntan hacia los beneficios de realizar una actividad física de forma regular, huir del sedentarismo y apostar por hábitos de vida saludables. Sin embargo, el trecho que hay desde la teoría a la práctica pasa sobre todo por la perseverancia y la fuerza de voluntad. ¿O nunca te has visto un viernes por la tarde dudando entre ir a cenar una pizza y tomar unas cañas y pasar olímpicamente del gimnasio?

¿Cuántas veces debo hacer deporte por semana?

Si has experimentado problemas comenzar una rutina regular de ejercicios, echa un vistazo a algunas técnicas de motivación y métodos probados para levantarte del sofá y comenzar a sudar. Recuerda que también puedes entrenarte sin necesidad de salir de casa.

11 técnicas de motivación para hacer deporte regular

Vístete para entrenar: La rutina de tener una ropa específica para hacer deporte, ya sea una sudadera para salir a correr, tu camiseta del gimnasio o tus mallas de yoga alimenta tu ambición de completar la tarea elegida, tal y como revelan varias investigaciones científicas.

Comprométete con un amigo: Tener compañía para hacer deporte supone un impulso importante para que no te saltes la clase de spinning, el entrenamiento de boxeo o la sesión de fuerza. De esta manera, también podéis compartir consejos y celebrar el progreso de cada uno.

Traza un plan: Debes ir poniéndote varias metas de superación, como aumentar tu resistencia, ganar musculatura, completar una maratón o alargar tus clases. Así, con pequeños progresos podrás concentrar tu energía en trabajar para lograrlo.
Madruga: Si estableces un ritmo diurno te engancharás a la liberación de endorfinas que supone ir al gimnasio a primera hora de la mañana.

Huye de la monotonía: Para no apelmazarte, es importante cambiar la rutina y buscar nuevos ejercicios con la ayuda de tu entrenador personal o de personal profesional de tu gimnasio.

Utiliza la técnica de la visualización: Esta herramienta se ha empleado durante décadas y consiste en cerrar los ojos e imaginar lo que verías y sentirías para lograr un objetivo o completar un ejercicio. Así, podrás prepararte de forma anticipada a nivel físico y psicológico para la tarea.

No te pongas objetivos excesivos: Aspirar a completar un maraton cuando te ahogas tras diez minutos al trote o querer tener de un día para otro el cuerpo de tu tenista favorita no te ocasionará más que frustración e incluso, puede propiciar tu abandono. Por ello, es importante ponerte objetivos accesibles y celebrar los hitos más pequeños del camino.

Adiós a los obstáculos: Si pasas de ir al gimnasio porque queda demasiado lejos de tu oficina, te da vergüenza ir a clases de crossfit o no vas a yoga porque has perdido tu esterilla, ponle solución a los obstáculos. Busca otro gimnasio, otra rutina u otro deporte si en ello reside el problema.

Plantéate un entrenador personal: Un experto, pese a que encarece bastante la alternativa de hacer deporte, puede diseñar un programa personalizado basado en tus objetivos, mostrarte cómo usar el equipo adeucadamente y brindarte consejos sobre nutrición. Aunque sea al comienzo, baraja esta posibilidad.

Registra tus hitos: Ver tus progresos plasmados en papel puede ser un impulso importante. Anota el peso que levantas, la distancia recorrida, las calorías quemadas o tus avances y consulta el registro cuando te sientas perezoso o poco inspirado. Puedes emplear también aplicaciones especializadas o wearables que midan tus constantes vitales y avances.

Tómate tiempo para recuperarte: Quizás al principio no sea bueno acudir al gimnasio los siete días de la semana. Aumenta gradualmente el tiempo que dedicas a la práctica de deporte, escucha a tu cuerpo y bríndale el descanso necesario para no saturarte ni sufrir lesiones prematuras.

Fuente: derf