Si dormir con la ventana abierta implica que tu gato escape o que mueras picoteada por mil moscos asesinos, tenemos nuevos trucos para que duermas fresca.
Sabemos que sacar los pies de las cobijas ya no es suficiente, pero prepárate, porque hoy duermes sin calor.
1. Sábanas congeladas
Antes de dormir, mete tus sábanas en el congelador dentro de una bolsa. Aunque las sábanas no aguantarán toda la noche frías, sí te proporcionará un breve respiro del calor.
2. Bolsa rehabilitadora de agua caliente
Estas bolsas están hechas para ayudar en la terapia para lesiones, pero también es útil con el clima: en invierno, llénalo con agua caliente para que tus pies no mueran de frío; durante el verano, métela en el congelador para crear un paquete de hielo apto para la cama.
3. Duerme como egipcio
El llamado método egipcio implica humedecer una sábana o toalla en agua fría y usarla como manta. Te recomendamos colocar las sábanas húmedas encima de una toalla seca para evitar mojar el colchón.
4. Refresca tus puntos de pulso
Para refrescarte súper rápido, aplica bolsas de hielo, compresas frías o moja tus puntos de pulso: las muñecas, el cuello, los codos, la ingle, los tobillos y detrás de las rodillas.
5. Respira profundamente
Inhala por la boca y exhala por la nariz para crear un efecto refrescante. En teoría, al tomar aliento de esta manera, tu saliva debería ayudar a enfriar el aire antes de llevarlo a los pulmones.
6. Crea una brisa cruzada
Coloca un ventilador frente a una ventana, de modo que el viento del exterior y el ventilador se combinen en una brisa refrescante. Si tienes varios ventiladores, vuélvete loco y colócalos en toda la sala para que el flujo de aire sea aún más bullicioso.
Fuente:Actitudfem