El volcán Kilauea ha comenzado a crear su propio clima

Después de la aparición de llamas azules, las nubes de ceniza de cientos de metros de altura y las gigantescas fuentes de lava, el cuarto jinete del apocalipsis volcánico ha llegado a Kilauea: el volcán más activo de Hawái ahora ha creado su propio sistema meteorológico.
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El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) ha informado que nubes de fuego están surgiendo sobre la erupción de la Fisura 8, en la parte este de la Zona de Grietas del volcán, durante el pasado día lunes.

Las nubes de fuego, también conocidas como Pyrocumulus, comúnmente son causadas por incendios forestales.

Se forman cuando el calor del suelo, ocasionado por la quema de árboles o por las rocas fundidas, hace que el aire que lo rodea se caliente y se eleve, llevando consigo vapor de agua.

A medida que el aire alcanza las alturas más frías de la atmósfera superior, ese vapor de agua se condensa alrededor de partículas como la ceniza para formar nubes.

Esas nubes pueden volverse inestables y a su vez causar tormentas eléctricas.

Un incendio forestal promedio arde a 800 grados Celsius. En comparación, la lava del volcán Kilauea tiene una temperatura de 1.170 grados Celsius, lo que cumple con el calor necesario para formar nubes de fuego.

La actividad del Kilauea incrementó considerablemente el pasado lunes en el área alrededor de la Fisura 8, ubicada en el extremo suroeste de la Zona de Grietas del volcán.

Según el USGS, la lava en la región “en ocasiones alcanzó alturas de 60 metros, alimentando un flujo de lava que viajaba hacia el noreste”.

La agencia también informó que el viento ha recogido hilos de vidrio volcánico llamados cabellos de Pelé (como la diosa hawaiana de los volcanes) y otros restos volcánicos.

Combinados, estos ingredientes han ayudado a que se formen las nubes y se eleven hasta unos 6 kilómetros de altura.

Quizás estas nubes no sean tan visualmente llamativas como la pirotecnia que se encuentra debajo de ellas, pero sí son un recordatorio de que los volcanes tienen un inmenso poder para remodelar no solo la Tierra, sino también la atmósfera que se encuentra sobre ella.

Fuente: Gizmodo

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