Habitantes de la Carretera Panamericana se las ven negras para llegar a sus destinos

El caos de transporte público urbano sigue agudizándose y siendo noticia, pues con el transcurrir del tiempo, no se han notado mejoras, sino más bien mayor atraso, afectando de manera directa a todos los habitantes del estado Aragua, pero con más acentuación a los que residen en la Carretera Panamericana sentido San Mateo.

Los pocos transportes que pasan van copados obligando a las personas a caminar

La colectividad de sectores como Barrio, entre otros, aseguraron estar afligidos pues ahora deben caminar largas horas bajo las inclementes condiciones climáticas para poder trasladarse. Incluso, las madres hacen el sacrificio y someten a sus hijos menores a este viacrucis a consecuencia de este déficit.
Asimismo, se conoció en el recorrido realizado por las paradas de esta vía, que no sólo los buses están desaparecidos sino también las conocidas camionetas “perreras o transbarandas”, las cuales pasan “una vez a la cuaresma” y cuando lo hacen, o están full o cobran hasta 10 mil bolívares en efectivo, siendo este último otro de los inconvenientes que los aqueja, ya que los pocos billetes que tienen los deben gastar en pasaje.
Alina Figuera informó que normalmente debe salir con cuatro horas de anticipación de su casa para de esa manera poder resolver cómo llegar a su trabajo; “yo me levanto bien temprano, me arreglo rápido y salgo a la parada, ahí puedo pasar hasta dos horas y de no venir los buses o los piratas, como de costumbre debo emprender mi camino, ya sea bajo la lluvia o con el sol”, relató.
La misma situación la vive Miguel Tirado, quien comenta que ya se ha comprado sus zapatos deportivos, pues no puede llegar ni un minuto tarde a su trabajo.

“Yo comienzo a caminar y si viene un bus lo tomo, pero de lo contrario debo seguir hasta llegar a La Victoria y de ahí sí se me hace un poco más fácil tomar un transporte”.

Por otro lado, Rosa Andrade define su ida al trabajo como una odisea, ya que trabaja en Maracay, comenta que debe irse caminando hasta San Mateo y de ahí esperar hasta que pase un bus que vaya por lo menos hasta la Encrucijada.
“No sólo es el no encontrar los medios de transporte sino también el efectivo. Yo para salir debo tener en mi cartera por lo menos 100 bolívares por si se suscita algún inconveniente. Estamos de mal en peor y al parecer a nadie le importa”, aseveró, la afectada.
Entre tanto los ciudadanos reiteran el llamado a las autoridades competentes a que tomen cartas en el asunto y solventen esta situación que no le brinda una buena calidad de vida.
DANIEL MELLADO | elsiglo
fotos | ENRIQUE SILVA