A diferencia de las Oculus Rift o las Google Daydream View, las nuevas gafas de realidad virtual de Facebook no necesitan estar conectadas a un PC ni un smartphone: tienen su propia pantalla LCD y funcionan de forma independiente, acercándonos un poquito más al mundo de Ready Player One.
Pero no adelantemos acontecimientos: según los primeros análisis, la experiencia que ofrecen estas Oculus Go es más cercana a lo que venían ofreciendo las Gear VR de Samsung que a la experiencia más inmersiva y convincente de unas Oculus Rift. No tienen cámaras externas, por lo que el rastreo de movimiento es limitado, y cuentan con un procesador Snapdragon 821, menos potente que la generación actual de smartphones.
Pero la gracia es precisamente que no necesitas un smartphone específico para usarlas: por 200 dólares ($250 si optas por la versión de 64 GB) obtienes un visor de VR con 32 GB de almacenamiento, 2560×1440 píxeles de resolución, sus propios altavoces y una plataforma con cientos de apps.
Puedes usarlas aunque tu teléfono sea un iPhone; de hecho, no necesitarás el teléfono para jugar con ellas más allá de en la configuración inicial.
Fuente: gizmodo
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