El dirigente sindical Roberto Campero consideró que el próximo martes 1º de mayo no hay nada que celebrar, por el contrario, a su juicio la fecha será recordada como un día de miseria, desempleo, escasez de alimentos, presos políticos y la desesperanza para el venezolano.
Recordó que, como es tradicional, en las próximas horas el presidente Nicolás Maduro seguramente anunciará un nuevo aumento del salario mínimo, lo que tampoco será suficiente según sus cálculos.
“No hay ningún aumento salarial que pueda satisfacer las necesidades del pueblo. Si el Mandatario Nacional fuera un economista o estadista se daría cuenta de que en Venezuela se necesitan 68 salarios mínimos para cubrir la canasta de alimentos”, dijo.
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Sin embargo, Campero, representante nacional de la Asociación de Profesores de la UPEL (Aproupel), consideró que la jornada debe servir para la reflexión, para que los trabajadores reconquisten sus reivindicaciones perdidas, especialmente lo relacionado a sueldos y salarios.
Para la jornada, el dirigente gremial recordó la realización de una concentración frente a la Catedral de Maracay, “donde daremos lectura a un manifiesto que será posteriormente entregado ante la Fiscalía del Ministerio Público y a representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como a varias embajadas, para que sepan el clamor de un pueblo que vive una situación alarmante”.
LUIS CHUNGA | elsiglo
foto | DENYS SÁNCHEZ
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