Susto de Fornals en la victoria del Athletic ante el Villarreal

El castellonense sufre un desvanecimiento nada más empezar un encuentro donde los rojiblancos mostraron su mejor versión.
Imagen referencial

El Athletic mostró este lunes su mejor cara para derrotar 1-3 a un Villarreal accidentado que recibió un susto tremendo con el desvanecimiento de Fornals nada más empezar el choque.

El castellonense, que ya sufrió un episodio de hipoglucemia en diciembre, padeció un presincope sin llegar a perder el conocimiento y fue trasladado a un hospital de Castellón para pasar la noche tras salir del campo por su propio pie.

El Villarreal, además, disputó el último cuarto de hora con un jugador menos por la marcha de Jaume Costa por una bajada de tensión cuando ya no había más cambios.

Para entonces, Williams ya había mostrado su mejor repertorio. El delantero rojiblanco posee las condiciones de un delantero completo. Tiene velocidad y potencia, desborda con facilidad, resulta un peligro constante para cualquier defensor. A Williams le falta pulir su relación con el gol. En La Cerámica asistió en la primerea parte a Córdoba y marcó en la segunda. Un cuarto de hora después, Bacca, con su gol, hizo creer a los de Calleja.

Con un jugador menos, la reacción del Villarreal, sostenido todo el partido por un enorme Asenjo, quedó frenada. Muniain, que volvía a sentirse futbolista una vez superada su segunda rotura de ligamentos, completaba la faena rojiblanca con un gol de oportunista, un justo premio que hizo feliz al navarro y al Athletic, en Vila-real, su mejor cara de la temporada de la temporada.

El Athletic no especuló en su salida a La Cerámica y validó pronto su propuesta ofensiva logrando adelantarse en el marcador a los cuatro minutos del inicio del encuentro. Abortó De Marcos una contra que conducía Trigueros y el lateral del Athletic le dio continuidad al ataque rojiblanco dando un pase profundo a Iñaki Williams. El delantero esquivó la salida de Asenjo y sin ángulo de tiro envío un pase ciego atrás aprovechado por Jon Córdoba con un toque interior de izquierdas.

El gol encajado no fue el mayor susto que se llevó el Villarreal. Dos minutos después, Pablo Fornals caía desplomado en su intento de acercarse a la banda al sentirse indispuesto. El miedo invadió a los jugadores de ambos equipos y a todo los presentes en el feudo amarillo.

Los infortunios causaron desazón en el juego del Villarreal empecinado en el previsible juego interior, errático en el pase, desconectados sus delanteros, Bacca y Enes Ünal, dos rematadores sin suministro. El orden del Athletic y sus transiciones rápidas acongojaban a la nerviosa defensa amarilla, la velocidad de Williams causaba estragos. El partido era del Athletic. Solo le faltaba sellarlo. Lo impedía una y otra vez Asenjo.

De regreso del descanso, Sergio Asenjo volvió a agigantarse ante un cabezazo de Raúl García y ante el posterior rechazo y remate de De Marcos. Y poco después Asenjo volvió a repeler con el pie un punterazo de Raúl García tras un pase de tacón de Williams que siguió con fe la jugada para anotar a placer tras la inacción de la defensa amarilla, un drama ante el Athletic y Williams.

Continuó el Athletic con su monólogo y Asenjo de milagro en milagro para dar cierta esperanza al Villarreal que logró acortar la ventaja en una acción episódica de Bacca que el colombiano resolvió con calidad ante Kepa. Crecido en el ánimo, la marcha de Jaume Costa y el gol final de Muniain resolvió el choque para el Athletic. Gracias a Williams y a pesar de Asenjo. 

Fuente: El País