Desde hace cinco meses aproximadamente los vecinos de la comunidad Manuelita Sáenz no cuentan con el vital líquido por tuberías, lo que causa muchísima desesperación entre los habitantes de la zona y barrios adyacentes, ya que no tienen cómo cancelar camiones cisternas, y tampoco pueden pagar botellones de agua en establecimientos comerciales.
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Los pobladores aseguraron que comprar agua a un camión cisterna cuesta entre 100 mil y 400 mil bolívares, dependiendo de los litros que necesite, mientras que un botellón de agua potable asciende a los 40 mil bolívares, sin pensar que día a día incrementan el precio.
En un recorrido por el lugar, los moradores de Manuelita Sáenz, como también del sector Guillén II dan gracias a Dios porque la empresa Premezclados, ubicada en el centro del populoso sector, les suministra agua potable gratis las 24 horas del día, porque cuentan con pozo propio; sin embargo, en horas de la noche los robos y atracos son el pan nuestro de cada día.
Los vecinos manifestaron que hacen largas colas con sus respectivos tobos pero “salen rapidito”, ya que la presión de agua es suficiente para abastecer al que necesita. Ellos dan gracias a la empresa por la colaboración porque han solicitado la reparación de la bomba de agua del pozo del barrio que está dañada, pero no han obtenido respuesta.
Carlos Correa, habitante del lugar, expresó que la falta de agua y los apagones continuos son los problemas que más los aquejan; “los habitantes protestan por el vital líquido, trancan la carretera y la Alcaldía no soluciona ni da respuesta”.
Por su parte, Arturo Borrego tiene 40 años viviendo en el barrio Guillén y camina con su carretilla más de diez cuadras para llegar al llenadero y llevar agua a su casa.
Acotó que la empresa se construyó primero que el barrio, pero siempre han respaldado al pueblo.
Los afectados hicieron un llamado a la máxima autoridad del municipio para que tome cartas en el asunto, visite Manuelita Sáenz y detecte las necesidades del pueblo.
elsiglo
fotos | ENRIQUE SILVA
