Desayunar en la calle ya no es una opción

Los habitantes del eje Este de Aragua al igual que muchos de los venezolanos están acostumbrados a desayunar en casa, ya sea sándwich, arepa o empanadas, sin embargo, la crisis actual los ha llevado a arreglárselas para poder tolerar la situación sin dejar de comer, este importante plato diario.
Dependiendo del establecimiento los precios varían

En este sentido, luego de una indagación en los ciudadanos de los distintos sectores del territorio, se pudo recabar la información de que no todos concuerdan en sus opiniones, pues hay quienes manifiestan que es un duro golpe al bolsillo, mientras que otros dicen que es una alternativa ante la escasez de alimentos y los altos precios que tienen los mismos, cuando los consiguen.

Andrea Mujica, comentó: “Nos encontramos entre la espada y la pared, ya que el costo de un desayuno en la calle, es casi el equivalente a lo que se puede gastar en uno para la casa. Aunado a esto los artículos no se consiguen y a mi parecer esta es la forma más rápida de desayunar, por lo menos algunos días de la semana. Si bien es cierto que de un kilogramo de harina pan salen más arepas o empanadas, también es cierto que no siempre se tiene para el relleno, entonces es prácticamente quedar en las mismas”.

Sandra Sánchez, dice que desayunar en la calle ya no es rentable

Por su parte, Sandra Sánchez, aseguró que desayunar fuera, ya no es rentable puesto que no solo los precios son altos, sino que también la calidad no es la misma a una preparación casera. “Yo trato de resolver los desayunos para mis hijos, pero buscando la manera de ahorrar y comer en la calle ya no es una opción, lo poco que uno gana se le va en pasaje y comprar comida que puedan sustituir las otras. El punto está en saber presentar el alimento y ser creativos”, dijo Sánchez.

José Nieto, dejó de comprar desayuno en la casa como forma de ahorro

En concordancia con Sánchez, José Nieto agregó: “Hay que aguantar la pela y solucionar, si no se tiene harina de maíz, pues plátano verde. Lo importante es mantenerse alimentado. Porque es imposible gastar en la calle hasta 170 mil bolívares, que se pueden usar en un kilogramo de yuca que sale hasta en 20 mil”, aseveró el consumidor.

COMERCIANTES HABLAN

Entre tanto los dueños y encargados de estos comercios expendedores, comentan que la situación no solo atrapa a los consumidores, puesto que ellos también son víctimas, porque han bajado las ventas de maneras considerables conforme pasa el tiempo.

César Piña, encargado de una lunchería de la zona

“Se sabe cómo está la situación, por eso tratamos de colocar los precios lo más accesible posible, pero en ocasiones es casi imposible, ya que los distribuidores cada vez que traen un pedido es a un precio más elevado”, comentó César Piña, encargado de una lunchería.

Asimismo, se pudo conocer que para que un ciudadano común pueda desayunar debe desembolsillar, por lo menos 180 mil bolívares, claro todo esto va a depender del lugar y la comida que pida.

DANIEL MELLADO | elsiglo
fotos | JOSÉ ROMERO

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