Panaderos se las ingenian para surtir sus mostradores

Los panaderos que hace en vida en La Victoria, municipio José Félix Ribas, manifestaron estar ingeniándoselas cada día más para poder llevarles el pan a las distintas comunidades, esto debido a la poca cantidad de insumos que les son distribuidos.

Consumidores siguen asistiendo a las panaderías en busca del pan

En un recorrido realizado por el equipo reporteril del Matutino de los Valles de Aragua por los locales expendedores de este rubro alimenticio, se pudo recabar la información de que en la actualidad se las están “viendo negras” para poder vender los distintos tipos de pan y además obtener un poco de ganancia con la cual sobrevivir y pagar los salarios a los empleados.

“Anteriormente a las panaderías nos vendían hasta 200 sacos de harina por mes, pero con la situación país, esta cifra bajó a solo 45 sacos mensuales, por lo que nosotros como comerciantes nos hemos visto obligados a hacer magia para poder cumplir las expectativas del consumidor sin obtener pérdidas”, indicó Armando Díaz, panadero de la zona centro de la ciudad.

Asimismo, comentó que esta disminución ha traído como consecuencia que no se pueda producir la misma cantidad del producto, acarreando el malestar en muchos de los pobladores. “Para rendir la harina y que nos cubra el mes completo, hacemos menos cantidad de panes, pero de todo tipo, así complacemos y sobrevivimos en nuestro negocio. Claro que también nos ayudan las ventas de jugos, refrescos y otros productos“, dijo.

Por su parte, José Martínez, encargado de otro establecimiento, informó que a todas estas dificultades se les debe agregar el precio cambiante de los materiales para la preparación, pues estos hacen que se incremente el costo final del alimento.

Semanalmente los precios suben y por tanto, nosotros debemos hacer cambios para verle el queso a la tostada. Por ejemplo, la harina hace algunos años tenía un costo entre los 90 y 100 mil bolívares y ahora mismo está rozando los 240 mil bolívares, es un abuso, pero debemos adecuarnos. Esto sin contar la mantequilla, que se dispara cada día más“, expresó.
Entre tanto, en sus estantes a medio llenar, se pueden notar panes de banquete, guayaba, campesino y canillas.

Con respecto a los regulados, aseguran que se saca una producción diaria dependiendo del local para ser vendido al costo impuesto por la ley.

Este gremio de vendedores manifestó estar a la expectativa de cambios en la situación económica, que vaya en pro del bienestar tanto de ellos como de los consumidores y comerciantes del referido rubro.

 

DANIEL MELLADO | elsiglo
fotos | JOSÉ ROMERO