Carnaval, una muestra de tradición y cultura venezolana

La última celebración asociada con el solsticio de invierno es el carnaval. Período en el que casi todos los rincones de Venezuela -y el resto de países iberoamericanos- es festejado con disfraces, desfiles y fiestas en la calle, caracterizándose por una amplia participación de los pueblos que acompañan alegremente esta tradición año tras año.

Etimológicamente la palabra c arnaval deriva del italiano, según lo establece el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) y significa abandonar la carne, siendo ésta la prescripción obligatoria que hacía la Iglesia Católica para los feligreses durante el inicio de la Edad Media cada viernes de Cuaresma.

 La celebración data desde el período colonial. Pero fue en la etapa de gobierno de Antonio Guzmán Blanco (1873) donde se empezó a festejar de forma más organizada en las calles con: carrozas, paradas de disfraces, concursos, papelillo, caramelos, serpentina, entre muchas otras cosas. Actualmente, esta manera de rendir homenaje al Rey Momo es la más común y se ha extendido por casi todo el territorio nacional.

Algunas entidades del país se han afanado en las costumbres carnavalescas a lo largo del tiempo, logrando ser reconocidas, hoy por hoy, como lugares de diversión popular por su particular manera de conmemorarlas, brindando un gran aporte al turismo interno. Es así como destacan: los carnavales de El Callao, en el estado Bolívar; los de Carúpano y Cumaná en Sucre; Porlamar, en Nueva Esparta, entre muchos otros.

Además, predominan los agasajos del sepelio del carnaval en las zonas centrales del país, donde se anuncia el fin de estas fiestas. Como costumbre tiende a realizarse un desfile con un cortejo fúnebre y culmina con la quema de alguna figura simbólica, generalmente representado por una sardina. En Carabobo, se desarrolla el Baile de la Hamaca en el barrio San Millán del municipio Puerto Cabello y es también muy famoso el Entierro de la Sardina en Naiguatá, estado Vargas.

Entre los destinos sol y playa para estas celebraciones carnestolendas existen en el país más de mil kilómetros de costa para disfrutar en el mar de estas importantes fiestas. Es así, como en Carúpano, con más de 50 años de realización ininterrumpida del carnaval, al llegar las fechas, las calles se pueblan de disfraces, orquestas, músicos, carrozas y un hermoso espectáculo multicolor que contagia de alegría al público presente.

Venezuela, como país multidestino, cuenta con una amplia diversidad de lugares donde se puede estar durante la etapa de asueto. Los llanos es una de esas regiones donde los honores al Rey Momo no pasan desapercibidos con los famosos Carnavales Fluviales: espacio para observar un amplio despliegue de color y fantasía. Para los apasionados por la aventura, en el estado Barinas existen espacios idóneos para practicar rafting y explorar las diferentes aguas dulces de la entidad, permitiendo disfrutar de unas vacaciones inusuales en el asueto carnestolendo.

En el estado Bolívar, específicamente en el pueblo minero que hace vida a las orillas del río Yuruari, conocido como El Callao, se ha sometido, durante décadas, a una vasta multiplicidad cultural. La manifestación que refleja esta fusión es el carnaval y es que desde 1925, esta festividad ya era bastante famosa por la preparación previa de los pobladores. Cada comparsa tiene su propio conjunto musical y todos se identifican con una vestimenta especial para bailar calipso en las calles y recrearse con las madamas, diablos y los mediopinto.

Para los citadinos siempre hay buenas opciones durante las fiestas carnavalescas donde pueden deleitarse con las carrozas, desfiles y disfraces. En Carabobo, están los Carnavales de San Diego que cada año incluyen kilómetros de diversión en la avenida Don Julio Centeno. Caracas, es otra de las excelentes elecciones que se puede tomar en cuenta, donde reinan múltiples actividades culturales y de esparcimiento para que caraqueños y visitantes celebren en los espacios públicos de la capital.

Fuente:Mintur.

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