Olor vaginal: por qué mi flujo huele mal

El mal olor vaginal responde a un desequilibrio en el pH de la zona, por lo que el objetivo que se debe perseguir es volver a estabilizarlo.
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Uno de los síntomas que genera preocupación en la mujer es el mal olor de la zona íntima. Aunque todas en algún momento lo padecen, su aparición produce sentimientos de inseguridad y dificultades en el ámbito sexual.

La vagina tiene un ligero olor que no suele percibirse con facilidad. Sin embargo, cuando su pH sufre algún tipo de desbalance, este es un poco más fuerte y puede sentirse a varios centímetros de distancia.

El síntoma no solo es vergonzoso para quien lo padece, sino que puede venir acompañado con otras molestias propias de las infecciones vaginales.

Por este motivo, aunque se pueda neutralizar con baños y productos de uso externo, es primordial conocer a qué se debe para darle un tratamiento completo y eficaz.

En esta oportunidad queremos repasar sus causas principales y algunas recomendaciones que pueden ayudar a controlarlo sin necesidad de medicamentos.

¿A qué se debe el mal olor del flujo vaginal?

En condiciones normales, la vagina produce continuamente un tipo de secreción que mantiene húmeda la zona, evitando desequilibrios en su pH natural.

Estas liberan un olor suave, descrito como el olor láctico del yogur debido a la presencia de lactobacilos en la flora que protege el órgano contra infecciones.

Lo cierto es que el olor puede variar en cada una, en función de su actividad hormonal y del momento del ciclo menstrual que está atravesando.

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Lo que no es para nada normal es percibir un olor fuerte y desagradable (como a “pescado”), puesto que estas alteraciones pueden indicar una infección.

Aunque hay múltiples factores que pueden alterar el pH vaginal. En general los olores desagradables ocurren como efecto secundario de infecciones por bacterias y levaduras.

Fuente: Mejor con salud

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