Freddy García, un brazo para grandes momentos

Antes de arrancar el draft de sustituciones de las semifinales de Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Omar López sabía que debía fortalecer la rotación abridora de Caribes de Anzoátegui y en la carpeta de candidatos habían tres nombres: Guillermo Moscoso, Logan Durán y Freddy García.

El primero no convenció al estratega a pesar de haber ganador el Pitcher del Año en la temporada regular, mientras que el segundo “tenía mucho tiempo sin lanzar y no sé qué hizo durante el descanso”. El piloto de la tribu se decantó por el “Torpedo”, porque reunía las intangibles para manejar todos los escenarios que se podrían presentar en juegos de eliminación.

“Como nos criticaron por nuestras escogencias”, dijo López sobre la decisión de seleccionar al veterano. “No podía pensar solamente en semifinales. Sé qué clase de lanzador es y sabía que no le iba a temblar el pulso al subirse al montículo en un estadio con 18.000 personas”.

Así sucedió. A García le tocó la apertura en un Antonio Herrera Gutiérrez repleto de entusiastas en la búsqueda de todo tipo de “artificios” para forzar un séptimo juego en la serie. Nada hizo mella en el tirador de los aborígenes, quien con 6.1 entradas en blanco, construyó el camino para que Caribes se convirtiera en el nuevo monarca de la pelota rentada criolla.

“Ahora fui un Freddy totalmente nuevo”, comentó el derecho, quien solo laboró 2.1 innings en su primer enfrentamiento contra la toletería de Cardenales de Lara en la final.” Mezclé más mis envíos, lancé strikes y pude mantenerme bajito en la zona, creo que esas fueron las claves”.

Antonio “Tony” Castillo, Yusmeiro Petit y Freddy García son los únicos serpentineros criollos que tienen en su historial victorias en final de LVBP y también en Serie Mundial. Sin embargo, el último fue el único que lo logró como abridor en ambos escenarios y cuya actuación les permitió titularse a sus clubes.

El oriundo de Baruta estuvo sobre el morrito en 2005 cuando los Medias Blancas de Chicago se coronaron en las Grandes Ligas y ahí maniató a los Astros de Houston por siete episodios. El pasado sábado en el cierre de la pelota criolla, estuvo dos tercios menos, pero nuevamente dominó un escenario con una fanaticada en contra.

“Es Dios el que me pone enfrente esos escenarios”, dijo el “Torpedo” al ser interrogado sobre su nivel en los encuentros de mayor presión. “Ya de mí depende trabajar y confiar en mis habilidades para superar esas pruebas tan difíciles”.

En las mayores, García dejó una efectividad de 3.26 en sus salidas en playoffs. Mientras que en postemporada de la LVBP, solo permitió un promedio de 3.45 carreras limpias cada nueve entradas laboradas en 21 apariciones.

De terminar su carrera, solo 23 pitchers lograron mejor average de rayitas aceptadas que el mirandino en el beisbol venezolanos con los por lo menos 75 innings y 14 aperturas en postemporada.

“Nosotros tenemos una base del por qué hacemos las cosas y cuando tomamos a Freddy no fue solo por un presentimiento. El escenario que me imaginé en semifinales se dio hoy y las cosas salieron de la mejor manera posible”, aseveró López mientras celebraba su nuevo título. “Siempre supe que no iba a tener miedo ni presión si le tocaba un juego complicado”.

Longevidad histórica. Los motores de búsquedas estadísticos que hay en la LVBP arrojaron solo dos resultados cuando se consultó los abridores que ganaron un juego con más de 40 años de edad en una final: Diego Seguí y Freddy García.

“Es un profesional con mucha experiencia”, opinó Mike Álvarez, coach de lanzadores en Caribes sobre las condiciones y ética de trabajo del veterano. “No tuvo un buen juego en el segundo de la serie e inmediatamente buscó la forma para mejorar. Hizo ajustes para lograr el objetivo que era ganar el campeonato y lo consiguió”.

La clave, en la opinión de García para mantenerse en condiciones, es un exhaustivo trabajo que le permite mantener su brazo óptimo para lanzar cada cinco días. “He sido muy consistente trabajando mi físico. También que Buddy Bailey te saca cada cuatro innings, y aunque a veces provoca tirarle la pelota, quizás eso me ayudó”, bromeó el abridor.

Maestro de la ubicación. Cuando Freddy García lanzó en el cuarto juego de la Serie Mundial en 2005, su slider llegaba al plato a 86 millas por hora. Más de una década después, cuando se mantiene dominante en un circuito profesional, es su recta la que alcanza esa velocidad.

Pero la pérdida de fuerza en sus serpentinas no malogró su rendimiento, porque su amplio repertorio sigue siendo efectivo. “Mi plan ahora es mantenerme en las esquinas. Tener fuera de balance a los bateadores rivales y eso ha funcionado”, dijo García.

En la zafra 2017-2018, donde consiguió el premio Regreso del Año con los Tigres de Aragua, solo concedió 0.58 bases por bolas cada nueve entradas lanzadas. Sin embargo, sus 33 ponches en 46.1 innings demuestran que mantiene los recursos para esquivar los maderos enemigos.

“Estoy muy contento por todo lo que pasó este año. Ya no pagan por lanzar duro sino sacar outs y creo que todavía puedo hacer eso en este momento de mi carrera”, concluyó García que todavía sigue en dudas si ya finalizó su participación en el beisbol.

Fuente: Meridiano