Primera relación sexual: deberías checar este artículo…

La primera relación sexual marca un recuerdo que rara vez se olvida. Eso es verdad. Significa abrir una puerta a nuevas sensaciones, a nuevas maneras de relacionarse con la pareja y, por lo que implica, con la vida. Sin embargo, pese a la aparente libertad que impera en los tiempos que vivimos -algunos hablan incluso de libertinaje-, el sexo sigue siendo un tema tabú y todavía hay muchas ideas equivocadas que sobreviven en la sociedad gracias a la forma de comunicación más antigua: el boca a boca.

El equívoco más generalizado de todos es el de suponer que la sexualidad comienza con esa primera relación. Esto es completamente falso ya que desde que venimos al mundo somos seres sexuados. Hay expertos que afirman que existen “placeres del orden erótico” que se experimentan ya al succionar el pecho de la madre y al controlar o liberar los esfínteres. También al tocar nuestro cuerpo o experimentar el roce de la piel con alguna textura que se nos antoje gratificante.

La genitalidad es tan solo una de las muchas dimensiones de la sexualidad. Por eso, en un sentido estricto, la primera relación sexual es solo relativamente la primera. A la vez, para el ser humano hay muchas primeras veces, aún hablando del mismo terreno.

Todo esto es un ejemplo claro del sinnúmero de mitos y verdades que se han construido alrededor del sexo y, en particular, de la primera relación sexual. Hagamos un repaso sobre algunos de esos equívocos que han “hecho carrera”.

La edad de la primera relación sexual

No hay una edad crítica para tener la primera relación sexual. Hace apenas unas cuantas décadas, una chica de 14 años ya estaba en edad de casarse y comenzar a tener descendencia. De hecho esto se mantiene en muchos lugares del mundo. También ocurre lo contrario. Te sorprenderá saber que en un estudio realizado en Japón, el 42% de los hombres entre 18 y 34 años eran vírgenes.

Según los datos estadísticos, la edad promedio de la primera relación sexual son los 17 años. Esto varía de cultura a cultura e incluso entres clases o grupos sociales de una misma cultura. Comenzar la vida sexual de pareja antes, después o mucho después es una opción personal. No estar dentro del promedio no significa ser anormal en el sentido negativo del término.

La primera relación sexual debe ser maravillosa

Es uno de los mitos más extendidos y más erróneos que hay. Lo usual es que ocurra todo lo contrario ya que la inexperiencia y la ansiedad nos pueden llegar a hacer muy torpes. Rara vez las primeras veces tienen algo más de memorable que haber sido las primeras veces; esto no solo pasa en el terreno sexual, sino en también en muchas otras áreas de la vida.

Según una investigación llevada a cabo en los Estados Unidos, hasta el 85% de las mujeres dijeron haberse sentido profundamente decepcionadas durante su primera vez. No sonaron los violines, ni tocaron el cielo con las manos. Se exploró, se conoció un poco más y se avanzó en el terreno del amor físico de pareja. Nada más que eso.
El hombre debe hacerse cargo de la situación

Es un mito impuesto por el machismo y también por el miedo, tanto de hombres como
de mujeres. Si él tiene más experiencia que ella, quizás “cuente con ventaja” y le toque asumir una responsabilidad mayor a la hora de reducir la tensión que pueda flotar en el ambiente. Igual al contrario. Sin embargo, el más experimentado no puede ni debe hacerse cargo de las emociones o las sensaciones del otro.

Tanto el hombre como la mujer deben tener su primera relación sexual -y el resto, por supuesto- de forma voluntaria. Ni el uno ni el otro tienen por qué aceptar presiones. Tampoco es aconsejable que nadie dé el paso antes de haber resuelto las posibles contradicciones con sus creencias ni esperar que la pareja asuma una responsabilidad que les corresponde a los dos.

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Hay un buen indicador de que estás listo o lista para tener tu primera relación sexual. Si estás en capacidad de expresarle clara y directamente tus emociones, necesidades y deseos a tu pareja, seguramente tienes muchas cartas a tu favor para que dar ese paso te haga disfrutar y crecer. Si, en cambio, no te sientes cómodo o experimentas confusiones, quizás todavía no ha llegado el momento.

Fuente: lamenteesmaravillosa

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