El viento ¿De qué manera afecta nuestras emociones?

No cabe duda de que el tiempo influye en nuestra personalidad y carácter. Un gran número de estudios lo demuestran. Pero, ¿y el viento? ¿De qué forma afecta a nuestras emociones y estado psicológico?
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“Es cierto que puede agravar algunas patologías pero no vamos a volvernos locos por el viento“, explica Juan Cruz, psicólogo clínico de DiotOcio. El viento, al igual que ocurre con las precipitaciones, nos puede influir en nuestra salud, tanto física como psicológicamente.

Es importante entender que el viento afecta más a ciertas personas que son meteosensibles. A aquellas que ya tenían algún trastorno psicológico puede agravarles el mismo, pero no producir ninguno de cero.

“Tanto el cuerpo a nivel físico y el cerebro se tienen que adaptar, y una adaptación tan brusca cuesta mucho“, comenta Juan cuando habla sobre el efecto Foehn de la madrugada del 24 al 25 de agosto de 1999. Esa noche, en Lekaroz, Pirineo Navarro, se produjeron unos cambios muy bruscos en la temperatura en dos horas. Se pasó de una temperatura de 18,5 ºC con humedad del 97% a las 01 .00 horas a 33.0 ºC con un 27% de humedad a las 03.00 horas.

Aunque existen pruebas empíricas sobre el efecto del viento en los trastornos emocionales, aún faltan estudios estadísticos

 

Este acontecimiento confirma, por tanto, que “no vamos a volvernos locos por el viento”, pero sí puede agravar este estado anímico. Aunque existen pruebas empíricas sobre el efecto del viento en este tipo de trastornos, aún faltan estudios estadísticos.

“Cuando tenemos un viento fuerte continuo lo que vivimos es una situación en el entorno que es incontrolable, lo que produce un estrés psíquico por sonidos y ruidos imprevistos que hacen que nos sintamos en una situación de indecisión y el cerebro responde produciendo cambios endocrinos como forma de obligar a la persona a responder ante este estrés”, explica el psicólogo Juan Cruz.

Trucos para no volvernos ‘locos’ por el viento

Es vital adaptarnos a entornos que nos puedan generar un estrés como puede ser el viento fuerte. Este psicólogo aporta unos consejos para utilizar en casos de viento fuerte.

  • Medir tu nivel de afectación. El primer paso para superar esa mala relación con el viento es medir el modo en el que te afecta. Si somos capaces de anticiparnos a esa situación sentiremos un mayor control. Es aconsejable mirar los pronósticos meteorológicos para conocer el tiempo y poder enfrentarnos a él con valentía y positivismo.

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    Protégete. Si sabes que va a llegar una racha de viento utiliza ropa adecuada. Y, si estás en peligro real quédate en casa, como dice el refrán: “cuando llueve y hace viento cierra la puerta y estate dentro”.

 

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  • Aprovecha estas situaciones. Acepta el tiempo. Si tienes que quedarte en casa aprovecha para estar en familia, lee un libro y afronta la situación con juicio positivo.

Convertir el viento en nuestro aliado

No sólo encontramos efectos negativos con la llegada del viento. Ciertas personas consideran al viento un aliado. Una de las formas que explica Cruz para poner el viento a nuestro favor es aprender de él.

“Hay que ir hacia el equilibrio, tanto mucho viento como nada de aire son negativos”.

Una de las técnicas que él utiliza e invita a probar es la de los árboles. “Cuando hace viento, hay que colocarse de espaldas al árbol, te apoyas y te dejas llevar, en algunos momentos puedes hasta notar las raíces moviéndose. Es como si fueses el viento”, informa.

Además, hay muchas personas apasionadas del viento. Uno de los ejemplos más claros son los surfistas, a los que no hay nada que les apasione más que una buena ola, y sin viento este no es posible.

 

 

Fuente: El tiempo.es

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