El afianzamiento del poder del estamento militar en 2017 no solo consolida su control político y económico del país; también significa que sobre el destino de la negociación entre el gobierno y la oposición deberá ser aprobado por el organismo castrense. En esto coinciden los analistas José Alberto Olivar y José Antonio Rivas Leone que no dudan en afirmar que nunca antes, como ahora, el gobierno está bajo el amparo de la Fuerza Armada.
“La FANB tendrá la primera y la última palabra en el proceso de negociación. Aunque no participa directamente en la mesa instalada el 1° de diciembre, en República Dominicana, sus decisiones pasarán por el estamento castrense por su determinación a favor y en contra. La Fuerza Armada determinará la balanza”, aseguró Olivar.
Añadió que aunque durante el gobierno de Chávez el general Guaicaipuro Lameda presidió Pdvsa, la presencia del general Manuel Quevedo en la principal industria tiene un peso importante en momentos en que la empresa se encuentra en despojos y en medio de la crisis sociopolítica del país. “Pese a que el presidente Nicolás Maduro anunció en diciembre de 2015, luego de las elecciones parlamentarias, que reduciría la presencia militar en la administración pública, el anuncio fue un trapo rojo. En la práctica se ha aumentado la participación castrense que podría incrementarse en2018”, añadió.
El investigador José Antonio Rivas Leone indicó que la discrecionalidad que Maduro ha concedido a la FANB en todas las áreas del país propiciará que los acuerdos que se discuten desde el inicio de las negociaciones en Dominicana exijan el aval de la FANB, comenzando por el ministro Padrino López: “Los militares serán clave para la ecuación de la transición en momentos cuando las instituciones están resquebrajadas, incluso los partidos, y los medios de comunicación son perseguidos y cercados”. Atribuye el afianzamiento castrense a la ausencia de liderazgo del jefe del Estado.
“Este militarismo acentuado es inédito en el país. En las dictaduras del siglo XX en Venezuela, el gomecismo y el perejimenismo, hubo militares en la administración pública, pero su gestión económica y de infraestructura fue eficiente y se canceló la deuda externa del país. La discrecionalidad que Maduro ha dado a los militares se ha traducido en corrupción y desmantelamiento del país”, subrayó Rivas Leone.
El ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, afirmó ayer que la FANB debe sumarse a la implantación de planes económicos.
“Han querido proyectar a nivel internacional la imagen de que los militares gobernamos el país; no queremos gobierno, queremos trabajar junto al pueblo”, aseguró.
Fuente: El Nacional
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