Uno de los delincuentes más temibles en sus actuaciones criminales del estado Aragua y uno de los más buscados a escala nacional por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, e incluso del personal del Destacamento 429 de los Comandos Rurales, fue localizado muerto junto a tres de sus más cercanos colaboradores en un campamento guerrillero en una zona montañosa del municipio Urdaneta, al sur de la entidad regional, sector colindante con el estado Guárico.
El general de Brigada José Betancourt Moya, jefe del Comando de Zona 42 del estado Aragua, a través de una nota de prensa, notificó del hallazgo en horas del mediodía de este sábado.
Manifestó que se ubicaron los cuatro cuerpos en avanzado estado de descomposición en un lugar montañoso del sector El Tanque, parroquia Memo, en Urdaneta, colindante con el río Guárico.
Hizo hincapié que los funcionarios a su mando, pertenecientes al Destacamento 429, cumpliendo labores de patrullaje y brindando seguridad a los productores agrícolas se encontraron con ese escenario sangriento y de inmediato, se dio parte a los investigadores del Cicpc de Villa de Cura y al representante del Ministerio Público.
Destacó asimismo que el levantamiento de los cadáveres fue realizado por funcionarios del Eje de Homicidios de la Subdelegación de El Sombrero y trasladados a la Morgue de San Juan para la identificación correspondiente y la autopsia de ley.
Apuntó asimismo que María Blanco, madre del temible «Juvenal», previo a los interrogatorios de ley y comparaciones fisonómicas, identificó a su hijo como Juvenal Antonio Bravo Sánchez. Del resto de los fallecidos se desconocen sus nombres, indicó el funcionario castrense.
Por otro lado, se tuvo información de manera extraoficial que las demás víctimas mortales podrían ser Norberto Bravo, hermano del bandido; «Aka Bombillo» (lugarteniente) y una mujer, presuntamente amante del cabecilla de la organización criminal.
HIPÓTESIS
Luego del hallazgo y visualizado el escenario donde aparecieron muertas las cuatro personas, funcionarios del Cicpc y demás organismos de seguridad comenzaron a plantearse posibles hipótesis y una de ellas la que mayor fuerza cobra como es la venganza.
Bravo Sánchez, a quien le tenían pánico y terror, debido a sus actuaciones criminales, también era odiado a muerte por grupos tras las disputas por el control de las zonas para el cobro de vacunas, extorsión, secuestro, abigeato, robo y hurto de vehículos e implicado, directa e indirectamente en más de 80 homicidios entre los estados Aragua y Guárico.
Además se habla de un posible pase de factura entre la misma organización delictiva en la repartición de botín millonario y mientras no se demuestre lo contrario, todas las conjeturas son válidas a la hora de las investigaciones policiales.
DE CAMPESINO A LA CRIMINALIDAD
De las investigaciones periodísticas, se tuvo como resultado que «El Juvenal», siendo niño, comenzó a trabajar en el campo, pero era ambicioso y en consecuencia se apartó de la agricultura y pasó a incursionar en el mundo de la delincuencia.
Se hizo amigo de «El Picure», otro de los criminales que lideró una temible organización que tuvo su centro de operaciones en «Concha ´e Mango» en la población de El Sombrero, municipio Julián Mellado, y murió en un enfrentamiento con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana en una operación previamente planificada.
De allí pasó a formar parte del entorno de «El Picure», donde aprendió todas las marramucias delictivas, no obstante con el paso del tiempo comenzó a tener diferencias muy marcadas con su antiguo compinche.
Posteriormente, «El Picure» y «El Juvenal» se odiaban a muerte, y en una finca, el primero de los mencionados, ultimó con armamento de guerra a once bandidos de la banda de «El Juvenal». Se trató de una cacería humana.
Y finalmente, ayer fue encontrado muerto, junto a dos individuos y una mujer, Juvenal Antonio Bravo, presentando múltiples disparos. Al cierre de esta edición se informó que el recinto estaba siendo fuertemente custodiado por fuerzas de seguridad y militares.
ENTIERRO CUSTODIADO
Los restos de Bravo Sánchez y compañía recibirán cristiana sepultura en un acto de «entierro controlado», con la intención de evitar posibles alteraciones del orden público. Se desarticuló el grupo delictivo. Vale indicar una frase de un periodista de suceso del área caraqueña «que el crimen no paga».
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo