La Virgen de Guadalupe es una manifestación bienaventurada de la Virgen María, también llamadas mariofanías ante una o más personas, en un lugar y tiempo histórico determinado. Algunas han sido reconocidas por la Iglesia católica.
«Algunas de estas apariciones han dado origen a lugares de culto o peregrinación conocidos como santuarios marianos, algunos de ellos muy famosos (como la Basílica de Guadalupe, en México, el Santuario de Fátima, en Portugal, y el Santuario de Lourdes, en Francia).
Otras han inspirado la creación de órdenes religiosas (Orden de los Carmelitas, Orden de los Mercedarios, Orden de las Concepcionistas, entre otras), pero la mayoría no han tenido un fin institucional, sino de renovación espiritual, y sirven también en los casos más conocidos como destino de peregrinación.»
Un poco de historia
La historia cuenta que era el mes de diciembre de 1531, cuando la santísima Virgen se apareció al indio Juan Diego en el cerro del Tepeyac. Lo nombró su embajador ante el obispo, fray Juan de Zumárraga, para que le construyeran un templo.
Juan Diego, en un acto de fe, fue a ver al Obispo quien no le creyó y le pidió que regresara al día siguiente. Regresó y el Obispo después de hacerle varias preguntas le pidió que para creerle le tendría que llevar una señal.
Después de dos días, Juan salió a buscar a un sacerdote para que preparara a su tío para la muerte, y en el camino se le apareció la Virgen quien le dijo que no temiera y que fuera a la punta del cerro a cortar unas flores, siendo que en ésa época del año no se daban flores, Juan Diego las encontró, las cortó y las guardó en su manto; bajó y la virgen las tomó en sus manos y le pidió que se las llevara al Obispo en señal de su petición. Juan Diego las llevó frente al Obispo, le contó todo lo que había oído y visto; y después de extender su manto y sacar las flores se dieron cuenta de que la imagen de la Virgen María había quedado impresa en la tilma (manto) de Juan Diego.
El Obispo mandó construir un templo en el nombre de la llamada Virgen de Guadalupe, en esa época también conocida como Tonantzin o madre de todos los Dioses.
Desde entonces, una gran multitud acude año tras año unos días antes del 12 de Diciembre a visitar a la Virgen de Guadalupe en su Basílica donde se encuentra la tilma de Juan Diego, miles de gentes de todas las ciudades se reúnen a festejarle, le cantan las mañanitas, llevan ofrendas, grupos de danzantes, bailan durante todo el día, cantan o participan de las misas en su honor.
Esta festividad se ha convertido en parte de la identidad Mexicana. Artistas reconocidos también participan en las tradicionales mañanitas en honor a la Virgen de Guadalupe.
Oración para la Virgen de Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Fuente:Globovisión