“Uno no es moneda de oro para caerle bien a todo el mundo”, un dicho que ha pasado entre generaciones y que la revista Four Four Two ha decidido dejar atrás para elaborar un ranking con los 50 personajes del fútbol más odiados de la historia.
Muchos de los que se encuentran en la lista son conocidos por todos como futbolistas o ex jugadores, asimismo, algunos han sido parte de la dirigencia del deporte rey.
Entre las figuras más polémicas se encuentran:
Sergio Ramos comienza el conteo, éste se ubica en el puesto 50:
Al defensor lo describen como un teatrero: «Si abriésemos el diccionario buscando el término ‘villano de pantomima’, la definición sería una foto de Sergio Ramos, quizá pidiendo una imaginaria tarjeta amarilla a un árbitro cansado de las quejas. Tiene el récord de expulsiones en LaLiga y es imposible tomarse en serio su extraña forma de ser un tipo duro.
“Más que ser un defensor tranquilo, es imprudente, un sinvergüenza supervillano. De Ramos se podría decir que es guapo, ridículo como una caricatura, carente de precaución y con muchos trofeos de un club muy rico. Es el defensa del fútbol moderno».
Pepe (46), ahora en Besiktas, ha sido objetivo de críticas a lo largo de su carrera: «El maestro de las artes oscuras de Portugal, al menos a ojos de los ingleses. Hace todo lo que está mal en el fútbol. Tiene todos los atributos para ser un defensa legendario: ritmo, valentía, fuerza, inteligencia… Después de diez años en el Madrid tiene su vitrina llena de trofeos, pero es su forma de utilizar sus talentos la que provoca la ira.
“Al igual que su compañero en defensa, Sergio Ramos, Pepe es un sucio, vil y un jugador absolutamente enfurecido. De la clase de jugador que te tira de la camiseta cuando defiende un saque de esquina y que luego se cae como una torre de cartas si le das el mismo trato”.
En el puesto 18 se encuentra el delantero del Atlético de Madrid, Diego Costa, conocido por su gran olfato goleador, y de la misma forma, por su carácter provocativo dentro del terreno de juego: «Si José Mourinho es un entrenador que basa su motivación en crear conflictos, entonces es apropiado que el talismánico jugador titulase su autobiografía ‘El arte de la guerra’. La mayoría de los delanteros mantienen una guerra personal con su marcador pero la vida laboral de Costa es acumular tantas victorias sangrientas en el campo de batalla como sea posible”.
“Los enemigos que ha acumulado durante su estancia en Inglaterra incluyen a Emre Can, Gareth Barry, toda la defensa del Arsenal e inevitablemente, a Mourinho. Algo shakesperiano. Se sospecha que queda mucho más por venir cuando se reúna con Simeone, que le espera».
Uno que no podía pasar desapercibido es Luis Suárez (16), ariete del FC Barcelona y uno de los mejores atacantes del mundo: «Aunque hayas visto una cantidad insana de partidos o hayas visto la Eredivisie con regularidad (que para ser sinceros, no habrás hecho), la presentación de Luis Suárez como villano fue en el Mundial de 2010, cuando sacó premeditadamente un balón con la mano en la línea de gol ante Ghana”.
“Asamoah Gyan lanzó el penalti al palo y Suárez lo celebró como un hombre al que le perdonan en el corredor de la muerte y un año después llegó al Liverpool. Esta es una selección de sus subtítulos en la entrada de Luis Suárez en la Wikipedia:
Primer incidente de mordisco.
Incidente de abuso racial.
Segundo incidente de mordisco.
Jugador del año 2013/2014.
Tercer incidente de mordisco (Mundial 2014).
Y todo eso en un suspiro. Suárez es muy bueno, entre un puñado de verdaderos delanteros de primera clase, pero no parece que pueda controlar su comportamiento en ocasiones».
Tres posiciones menos (13) se encasilla el siempre polémico Diego Armando Maradona: «Incluso para los que no puedan soportar mirar al achaparrado argentino todavía tienen una buena razón para hacer rechinar sus dientes al escuchar su nombre: su más famoso crimen fue marcar con la mano ante Peter Shilton en el 86 y como él mismo reconoció después, a quitarse de encima al árbitro celebrándolo como si no hubiera pasado nada”.
“Sin embargo, otras ofensas, incluyendo un par de controles de drogas fallidos, sus ojos de loco en el campo o patear a un aficionado mientras entrenaba en Emiratos Árabes».
Amado y odiado por algunos, Cristiano Ronaldo se encuentra en el top diez de la lista: «Si la batalla definitiva de la carrera de Ronaldo ha sido contra Leo Messi, la otra es contra la percepción del público. Simplemente mucha gente son aficionados rivales, neutrales y en ocasiones hasta sus fans. Hasta Joseph Blatter le ridiculizó como si fuera un ensimismado una vez”.
“Las facetas menos entrañables del personaje no son ni sutiles ni infrecuentes, ya sea su pose de musculoso preensayada después de anotar aquel 4-1 en la final de la Champions League a la que apenas contribuyó o parándose a mitad de celebración en la última Euro para verse en la gran pantalla del estadio”.
“Aunque pocos se hacen ilusiones acerca de su grandeza, muchos se desaniman por su ridículo narcisismo. Por supuesto que uno no sería sin el otro y mientras su ego es claramente un producto de su brillantez, sientes que trabaja de otra forma también: la inquebrantable dedicación que le ha valido a Ronaldo su estatus es algo de lo que solo un hombre obsesionado consigo mismo podría ser capaz. Pero eso no le hace menos desagradable. Un futbolista sublime tan difícil de amar como fácil de admirar”.
No existen sorpresas para la posición dos: José Mourinho, reconocido por su brillantez como estratega, asimismo, como un personaje conflictivo dentro y fuera de las canchas: «La mayoría de la gente tiende a evitar los conflictos. A algunos no les importa. Unos pocos lo aceptan. Y luego están esos a quienes no se les concibe sin ello. Esos que derrochan energía, motivación y que gozan de manera perversa con personas que desprecian su propia existencia”.
“Una extraña manera de vivir, quizás, pero en el caso de José Mourinho le ha servido para bien, ya que su estatus como uno de los más grandes entrenadores lo atestigua. El legendario productor de Broadway, David Merrick, dijo una vez: ‘Para mí ganar no es suficiente, mis enemigos deben perder”.
“Su posición en la élite del fútbol es la de villano. En 2004 celebró un gol esprintando hasta la línea de fondo de Old Trafford. Se volvió más agrio los dos años siguientes con su trato a Eva Carneiro. Cruzó la línea entre la mentalidad teatral y el acoso indefendible. Se ganó pocos amigos y no es que le importe”.
Según el medio inglés, los diez personajes del balompié más odiados son: Joseph Blatter, José Mourinho, Harald Schumacher, Michael Platini, Richard Keys, Cristiano Ronaldo, Luciano Moggi, El Hadji Diouf, Pete Winkelman y John Terry.
Fuente: Meridiano