Reestructuración de la deuda en el limbo a un mes de su anuncio

La reestructuración de la deuda venezolana se encuentra en un limbo a un mes de que el presidente Nicolás Maduro hiciera el anuncio. Una sola reunión con los tenedores, retraso en el pago de cupones, derrumbe del precio de los bonos y falta de un plan de acción, son los únicos hechos concretos de la iniciativa lanzada por el ejecutivo.
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“Tres semanas después del anuncio inicial todavía estamos en este limbo de cuasi-incumplimiento ya que los funcionarios aún luchan por realizar pagos sin ningún plan de refinanciación”, señala Siobhan Morden, jefa de renta fija para América Latina del banco de inversión japonés Nomura.
Tras el anuncio de la reestructuración el precio de los bonos se desplomó, al punto de que noviembre ha sido su peor mes en la historia con una caída promedio de 37,7% de los papeles soberanos y de Petróleos de Venezuela.
Jean Carlos Manzano / @jeanmanzano
La reestructuración de la deuda venezolana se encuentra en un limbo a un mes de que el presidente Nicolás Maduro hiciera el anuncio. Una sola reunión con los tenedores, retraso en el pago de cupones, derrumbe del precio de los bonos y falta de un plan de acción, son los únicos hechos concretos de la iniciativa lanzada por el ejecutivo.
“Tres semanas después del anuncio inicial todavía estamos en este limbo de cuasi-incumplimiento ya que los funcionarios aún luchan por realizar pagos sin ningún plan de refinanciación”, señala Siobhan Morden, jefa de renta fija para América Latina del banco de inversión japonés Nomura.
Tras el anuncio de la reestructuración el precio de los bonos se desplomó, al punto de que noviembre ha sido su peor mes en la historia con una caída promedio de 37,7% de los papeles soberanos y de Petróleos de Venezuela.
El gobierno ha insistido en que seguirá pagando sus compromisos en insiste en la reestructuración, pero sin dar señales de cómo quiere ejecutarla. La única reunión que se sostuvo con los acreedores terminó sin ningún acuerdo y desde entonces no se ha convocado ninguna otra.
Mientras tanto, las agencias de calificación rebajaron la nota a los papeles venezolanos y de Pdvsa al nivel de default selectivo con perspectiva negativa. Adicionalmente, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA por su sigla en inglés) determinó que la petrolera venezolana incurrió en un evento crediticio por el retraso en el pago del capital del bono 2017 y del bono 2027, y determinó lo mismo para la República por la misma razón para los bonos 2019/2024.
Esta acción permitirá a los tenedores de esos papeles cobrar el seguro (CDS) estima en unos $1.200 millones para todos los instrumentos involucrados. Tal vez no sea la única vez que esto ocurra, lo que ha disparado el precio de protección sobre la deuda venezolana.
Las autoridades venezolanas han insistido en que los bancos corresponsales retrasan los pagos debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos que impiden que los pagos se concreten a tiempo, pero también es cierto que varios de los pagos han sido anunciados el día de vencimiento del periodo de gracia o días después.
“Nosotros tenemos disponible esos recursos, pero cuando hay ese proceso de desembolso a quien corresponde, es la banca, por mandato de EEUU, quien comienza una operación de bloqueo”, aseguró Manuel Quevedo, nuevo presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo.
Al cierre del mes de noviembre los compromisos en periodo de gracia suman $1.520 millones, entre los que se incluyen pagos anunciados por el gobierno, pero que todavía no se han hecho efectivos en las cuentas de los inversionistas.
 
Fuente: Banca y Negocios